Tengo Novio

Capítulo 3:Presentación

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-¿Quieres dejar de seguirme? Estas siendo molesto.

En las afueras de Orario, en una ciudad alejada cierto elfo caminaba por las mojadas calles de dicho lugar ya que estaba lloviendo levemente.

Era Hedin, un miembro de la familia Freya el cual estaba en esa ciudad buscando a su diosa ya que nuevamente se había vuelto a escapar.

Afortunadamente uno de ellos ya la había encontrado en un pueblo cercano así que todos se disponían a irse a ese lugar.

Pero Hedin, mientras caminaba por esas calles mojadas empezó a ser seguido por alguien, una pequeña personita que ya empezaba a fastidiarlo.

-¿Que es lo que quieres? ¿Dinero?.

Hedin con el ceño fruncido se dio la vuelta viendo a un pequeño niño de no más de cinco años con unos harapos que servían como vestimenta los cuales ya estaban desgastados.

Su cabello parecía ser de color blanco ya que estaba cubierto de mugre al igual que su cuerpo.

Unos ojos rojos los cuales lo miraban fijamente no sabiendo que era lo que sentía.

Y lo que más resaltaba.....

Unos grilletes en cada mano con una pequeña cadena colgando señal que habían sido rotos.

-¿Que quieres?.

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Pero el niño no respondió, simplemente se quedó observando al elfo el cual también lo miraba con el ceño fruncido.

Hedin no era tonto, con solo ver los grilletes en las manos de ese niño podía darse cuenta que era un esclavo.

Talvez en Orario eso era prohibido pero en muchas ciudades y pueblos eso era legal, honestamente a Hedin siempre le desagradaron ese tipo de cosas.

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El niño seguía sin hablar, solo lo miraba fijamente con esa misma expresión que no reflejaba nada.

"Grrrrrr".

A pesar que el estómago del pequeño acababa de rugir aún así no mostró alguna expresión, que un niño de su edad se comportará de esa manera de verdad era preocupante.

Pero ese no era problema de Hedin el cual solo le dio la espalda.

-deja de seguirme mocoso.

Y con ese susurro siguió su camino hacia el pueblo más cercano para reunirse con su diosa.

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Pero nuevamente se detuvo con un pequeño tic en el ojo al escuchar el sonido de unos pasitos siguiéndolo, mismo sonido que se detuvo en el momento en que el dejó de caminar.

-de verdad que eres molesto -susurro volteandolo a ver otra vez.

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-¿Tan siquiera puedes hablar?.

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-¿O entiendes lo que digo?.

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Normalmente un niño a esa edad solo se la pasaría hablando o llorando pero ese pequeño albino no.

Solo miraba a Hedin con esos ojos que transmitían un sentimiento extraño, no era tristeza, tampoco enojo o una expresión de hambre.

Eran como si estuviera pidiendo algo pero no dinero o comida o también como si lo estuviera analizando.