Tras el incidente en el viejo edificio, ambas muchachas bajaban nuevamente hacia el pequeño barrio. La brisa veraniega se sentiría de maravilla, si no fuera por la humedad en sus ropas; deberían deshacerse pronto de estas o podrían enfermar, más bien, Keira ya parecía estar enferma, su voz se escuchaba algo ronca.
Debido al silencio de la noche, se podía escuchar muy bien el como la peli-violeta maldecía de mil formas a la chica que iba detrás suyo.
— ¿Cuánto más vas a insultarme? Ya usaste todos los insultos conocidos, y creo que inventaste algunos. — Manifestó Nyssa, mientras intentaba desenredar su cabello.
— Y no sabes los que faltan. — Respondió de mala manera, apretando los puños. — ¡¿Y cuánto más pretendes seguirme?!
La pelinegra se le ha quedado viendo por una fracción de segundos.
— ¿Debo recordarte que ahora estamos atadas? No te estoy "siguiendo" porque quiero. Lo hago porque si estamos lejos la una de la otra, vamos a morir. — Una sarcástica sonrisa adornó su rostro.
Keira seguía sin poder creer donde se había metido. De todas las estupideces que podían sucederle, acabar ligada a un demonio escapaba hasta de su propia imaginación.
La ignoró, siguiendo su camino.
Ya bastante mal le iba en la vida como para tener que cargar con este tipo depeso sobre sus hombros; ¿qué mierda se supone que iba a hacer ahora?
Suspiró, resignada y se limitó a caminar con ella a su hogar. Lo que más le molestaba, es que había perdido una noche de trabajo, por estar jugando a la bruja.
— Keira. — Llamó Nyssa.
— ¿Qué pasa? ¿Tú también me conoces? — Le cuestionó.
— Así te llamó ese espectro. Al parecer, esa cosa te estaba buscando.
La morena detuvo su paso y volteó lo suficiente para mirar a su contraria, una ceja levantó en señal de confusión; ¿La estaba buscando? ¿A qué se refería?
— ¿Por qué dices que me buscaba?
— La única manera de que un demonio conozca tu identidad, es porque te ha estado siguiendo. — Respondió. — Te había marcado y plantó toda esa puesta en escena para que fueras allí.
Se detuvo a pensar en ello por unos instantes, para luego seguir su camino. No valía la pena pensar tanto en eso, lo que pasó... Ya pasó...
Otra cosa que llamó por completo la atención de Nyssa, era la cicatriz que su contraria tenía en el cuello, no se había dado cuenta en su momento; por eso su voz sonaba algo rasposa. Prefiere no preguntar sobre ello y seguirla todo el trayecto, al parecer quedaba poco, ya que podía verse algunas casas iluminadas. Ya había oscurecido después de todo.
Acaban por llegar a lo que parece ser un complejo habitacional. Nyssa observa todo con curiosidad. Jamás había estado en un lugar como ese. No tardó en percatarse de que no era un sitio muy agraciado, el ambiente era pesado, las malas energías se paseaban libremente por cada rincón.
Su nariz se vio ligeramente afectada por un horrible olor, el cual provenía de unos sujetos parados en una esquina; Drogas.
La pelinegra logra percatarse de algunas miradas indeseables. Debido a que sus ropas estaban adheridas a sus cuerpos por la humedad en las telas, pero decide ignorarlos, no cometería ninguna estupidez. Aunque eso no quitaba lo desagradable de la situación.
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Twilight Vows
AléatoireKeira nunca pensó que su vida cambiaría en un solo instante, pero el destino le tenía preparado un encuentro inesperado. Un día, mientras una oscura entidad intenta llevársela, aparece Nyssa, quien se interpone. Aunque parece su salvadora, descubrir...