Los ojos de Lucas se abrieron iluminando el humilde hogar, los houndour aullaron mientras los aullidos eran consumidos por la consonante noche.
Bastaba un mechero, una pequeña chispa para herir nuestro hogar. Bastaba el suspiro del viento para volvernos cenizas.
—Saca a Lucas de aquí—Dijo un hombre de aspecto vigoroso
—No quiero dejarte, realmente no puedo. Las piernas no me responden—La Mujer respondía con voz temblorosa
—No podemos dejar que Lucas no nos tenga, no podemos hacer eso. Porfavor vete mientras puedes—Respondió metiendo la mano en su bolsillo y sacando una poke ball con pequeñas manchas rojizas.
De la poke ball salió un pokemon parecido a un perro, grandes colmillos, cuernos qué pareciese salidos del mismísimo infierno, largos huesos qué sobresalian de su cuerpo y una mandíbula capaz de arrasar con carne humana.
Su imagen agresiva se imponía sobre las llamas haciendo arder aun más nuestro hogar.
—Houndoom, porfavor saca a Lucas de aquí, el no merece esto. Yo, debo morir para que el no caiga en manos de Flare—Pronunció aquellas palabras con melancolía el hombre
—¿No hay otra forma?—Preguntó con los ojos empapados de lágrimas
—Sabes que no la hay, tu deberías escapar con Houndoom y darle a Lucas una vida más tranquila— Respondió el hombre
—No me iré, aunque quisiera ya no podría
Un fragmento del techo cae impactando sobre el suelo, el fuego crece cada vez más.
—Houndoom saca a Lucas de aquí, ya no hay tiempo para perder— Dijo el hombre con lágrimas rodando sobre sus mejillas
—Hijo sin importar lo que pase, jamás desafíes a Flare. Los que pierden jamás regresan y recuerda que siempre te voy amar—La Mujer miraba a su hijo con una expresión de ternura combinada con pena
Houndom mordió los ropajes del recién nacido levantando al niño con sus fauces y saliendo del hogar.
Un grito de mujer rompió el silencio, una mujer era arrastrada hacia las afueras del hogar en llamas por una manada de mightyena de aspecto tenebroso, colmillos afilados y un pelaje difícil de divisar en el frondoso bosque.
A expensas de las llamas los huesos de la mujer fueron devorados, sus pupilas dilatadas dejaron de emitir respuesta, su cabellera fue arrancada en gritos y lamentos.
Lo que una vez fue una esbelta mujer, yacia en una montaña de carne sin forma.La manada de mightyena centró la mirada fijamente en houndoom con el recién nacido.
Fue un breve instante que se convirtió en décadas, el mightyena más grande dio un paso al frente, goteaba sangre de su mandíbula, rechinaban sus dientes podridos. Dio un fuerte alarido, acompañado de su manada.
Houndoom apoyó al recién nacido sobre el suelo, las chispas se fueron acumulando en sus fauces envolviendo la mandíbula con un halo de fuego infernal.
Mightyena se lanzó al frente con sus dientes preparados para triturar los huesos del recién nacido, recibiendo la llamarada sin reparo y cayendo al suelo.
La manada de mightyena observaba a su lider revolcarse mientras era consumido por el fuego. Inertes, con las garras listas para atacar en cualquier momento, bajaron sus cuerpos lentamente hasta erizar sus colas, empezaron a devorar el cadáver calcinado de su compañero.
Houndoom tomó al recién nacido perdiendose en los confines del bosque nocturno.
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Pokémon Aethoria
Science FictionAethoria es una región del continente de Elirya que se verá afectada por una larga serie de calamidades, el transcurso de la misma será un misterio plagado de horror.