Amor prohibido

9. La gala

Lunes, 1 de enero

Narra Naiara
Me despierto con mucho cansancio. Mis compañeros van saliendo de la habitación, pero yo me quedo aún tumbada, aprovechando al máximo el tiempo que puedo estar en la cama.

-Venga Naiara, hay que despertarse-me dice Cris, sentándose en mi cama y dándome golpecitos en el brazo.

-Vooy -digo cansada.

Me incorporo, quedando sentada todavía entre mis sábanas.

-Buenos días -me da un pico, que no me esperaba y no me da tiempo a reaccionar. -Voy a desayunar, ¿te preparo algo? -me pregunta yendo hacia la puerta.

-Espera, tenemos que hablar. -le digo

Doblo mis piernas y las cruzo, para quedarme sentada en posición de indio y el se sienta enfrente mío igual.

-A ver -hago una pausa pensando bien lo que voy a decir -Ya te dije que no quiero nada.

-Y lo de ayer?

-Lo de ayer no debería haber pasado, lo siento.

-¿Por qué? No te entiendo Naiara, estamos los dos solteros y nos atraemos, cual es el problema.

-Bueno, es más complicado de lo que parece.

Terminamos la conversación quedando como amigos de nuevo y salimos de la habitación para ir junto con los demás. Él se adelanta hacia la cocina y aparece Lucas por donde Cris se ha ido.

-Hablando con tu novio ¿qué tal os va? -me pregunta en un tono neutral sin llegar a mirarme, pasa por mi lado y se mete en un baño.

No entiendo a qué viene ese comentario. Le ha fastidiado el beso más de lo que pensaba y eso me gusta.

Me dirijo al baño donde se a metido y me quedo fuera, frente a la puerta.

-No es mi novio -le aclaro -¿Estás celoso? -es mas una afirmación que una pregunta.

Si hubiese estado en frente mío, creo que no me hubiera atrevido a decírselo, pero como le estoy hablando a través de una puerta se lo digo.

-¿Yo?, claro que no. Estoy feliz por vosotros, dos de mis amiguitos juntos.

Me está empezando a cabrear con ese tonito que acaba de poner. Pensé que la conversación iría por otro lado, este no me gusta. Vamos a acabar mal, pero no me pienso callar.

-Que te he dicho que no estoy con él -se lo repito porque no le ha quedado claro.

Abre la puerta del baño.

-Pues ayer bien que le metías la lengua hasta la garganta.

Ahora que le puedo ver, noto el enfado en como aprieta la mandíbula y como no tiene una sonrisa en la boca, como es habitual en él.
Por mucho que esté enfadado no tiene derecho a hablarme así. Encima no tiene derecho ni a estar enfadado.

-Pues si, lo hice, porque me dio la puta gana. Estoy soltera y me puedo liar con quien quiera. Y a ti no te debo ninguna explicación. -le señaló con el dedo. -Ahora estás celoso porque querías haber sido tú. -yo también quería que fuera él, pero no pasó por su culpa, encima se enfada. -Y podrías haberlo sido. -digo lo último casi susurrando, con rabia y sin mirarle a los ojos.