—Incluso, tal vez suene tonto, pero creo que Calypso esta noche se encuentra tranquila —comentó Estailus, riendo suavemente de sí mismo mientras jugueteaba con la arena entre sus manos, dejando que los granos se deslicen entre sus dedos como si fueran las olas del mar. La brisa marina acariciaba su piel, y sus ojos brillaban bajo la luz lunar.
Duxo centró su mirada en Estailus, frunciendo el ceño en un gesto de curiosidad. ¿Había escuchado bien?
—¿Diosa? En realidad, es un hombre —respondió, dejando escapar un suspiro, como si el tema lo molestara—. Pero los humanos son tan tontos que creen que, por tener una belleza inigualable, se trata de una mujer. Me molesta mucho —el pelinegro sonaba indignado, y una mueca de desagrado se mantenía en su rostro, mientras cruzaba los brazos en un gesto de desdén.
La risa de Estailus resonó como el tintineo de campanillas en el aire nocturno. Se sintió aliviado por la ligereza de la conversación, decidiendo mantener su silencio ante el comportamiento casi infantil de su acompañante.
—Así que es un hombre... No me molestaría conocerlo. Dicen que de vez en cuando él toma forma humana y disfruta de los placeres terrenales —respondió, jugueteando con la idea de un encuentro con la divinidad misma, sin saber que el destino ya estaba entrelazando sus vidas.
Duxo sonrió de forma despreocupada al escuchar esto, y lentamente acercó su mano sobre la arena hasta entrelazar sus dedos con los de Estailus, como si los hilos del destino ya comenzaran a unirlos.
—¿Cómo te sentirías si Calypso se fija en ti? —preguntó Duxo, acercando su rostro al de Estailus, la distancia entre ellos cada vez más pequeña, creando una tensión palpable en el aire salado.
—Bueno, me sentiría confundido, la verdad. ¿Cómo podría alguien como él fijarse en un simple pirata como yo? —Estailus sintió que su voz se entrecortaba al tener a Duxo tan cerca, sus mejillas ardían como el fuego de un barco en llamas.
—No lo sé, solo sé que me gustas —Duxo, en un acto audaz, se acercó peligrosamente al rostro de Estailus, entrelazando con fuerza sus manos sobre la arena mientras con la otra quería tomar la máscara que lo cubría.
—... ¿Qué?, espera —Estailus apenas pudo protestar antes de que el chico de cabellera lacia le había quitado la máscara. La respiración de Duxo se detuvo al ver el rostro de Estailus. Su tersa piel y ojos esmeralda, bañados por la luz de la luna, eran la cosa más bella que jamás había visto. Estailus se sintió temblar, como si un rayo lo recorriera al notar el calor del otro y cómo sus alientos se entrelazaban en el espacio que los separaba.
Y entonces ocurrió. Los labios de Duxo se unieron con los suyos en un contacto que encendió el aire a su alrededor. Estailus se quedó quieto un momento, comprendiendo lo que sucedía, pero, con un leve atisbo de pena, aceptó gustoso el beso, dejando que su corazón hablara en lugar de su mente. Sus cuerpos se acercaron más, como si la gravedad de su conexión los atrajera inexorablemente, y sus manos se aferraron al instante, como si temieran perderse.
Juraré en el nombre del mar que mi corazón tuyo será. Cuando me besaste, todo desapareció; solo éramos tú y yo, y el sonido incesante del océano.
"Ven, mi amor, seamos uno con el océano, gobierna conmigo por la eternidad," Duxo murmuró, sus palabras flotando en el aire como un juramento sagrado. La calma del mar parecía responder a su deseo, prometiendo una conexión más allá de la mortalidad, un destino compartido que desafiaba el tiempo y las mareas.
Mientras el murmullo del océano envolvía la escena, Estailus sintió que, por fin, su búsqueda de libertad y su deseo de pertenencia encontraban un camino. En ese momento, comprendió que, aunque las olas fueran erráticas y el futuro incierto, había encontrado en Duxo algo más que un compañero; había hallado su destino. La noche se extendió ante ellos, llena de promesas y misterios, como el mismo mar.
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Sombras en el Océano
FanficBajo la luz de la luna, el "Holandés Errante" se encuentra en el puerto de un pequeño pueblo de comerciantes. Con una tripulación apasionada por el mar y un misterioso capitán, Estailus, cuyo rostro se oculta tras una máscara de kitsune, este barco...