Capitulo 3. Desayuno.

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Era un día cómo cualquiera de la semana, todo era normal.
No había diferencia ni en el ambiente, todo seguía su curso tranquilamente.

A nuestra chica, le tocaba abrir el café, así que llego muy temprano, para hacer la apertura del día.
Hay varios trabajadores qué iremos conociendo según se presente la situación.

Hizo todo lo importante para estar preparada para la llegada de los primeros clientes. Era tan común qué por esas horas, llegaran los adultos de la tercera edad, por su café mañanero.
Así que iba preparando de las tazas para sus clientes habituales.

Con la diferencia, qué había una extra, sin pensarlo, hizo una demás.
Se preocupo, incluso pensó que quizás conto mal.

Cuando estuvo a punto de regresar la taza de más, se escucho el sonido de la campana al entrar un cliente.
Giro con sorpresa, y al voltear, era él.

Era su conocido Denzel, lo comenzaba a ver tan seguido por ahí, que quizás le dio una espina que iría, pero fue más que coincidencia.

Horo: --¡Pero, Denzel! Qué llegaste primero, se nota que madrugaste para venir a probar nuestros deliciosos cafés --.

Dijo con su sonrisa característica, mientras iba preparando del café de Denzel.
Ya ni siquiera necesitaba preguntarle que quería.

Denzel estuvo en silencio, en verdad es alguien muy reservado.
Solamente, asintió.

Para Horo era un espectáculo verle, puesto qué suele atender a personas mayores o adolescentes, pero casi nunca a nadie cercano a su edad.
Era una buena manera de tener al menos una relación cercana.

Al tener listo el capuchino, se acerco y puso de el en la mesa, sin decir nada más, solamente se giro para avanzar, pero en eso. Él chico alzó la voz un poco.

Denzel: --Muchas gracias... Horo--

Su voz era fuerte, realmente brusca. Pero se notaba qué no era a propósito.

La chica se sorprendió al escucharlo hablar, simplemente giro su rostro, y con una voz baja y tierna contesto:

Horo: --No hace falta, Denzel. Estamos para eso. Disfruta tu café --

En los ojos del chico, aquellos casi color avellana, eran un café muy claro.
Además de tener su cabello casi entre sus ojos, observaba con gran estima a la chica.

"Es cómo si estuviera en mis recuerdos, pero... En verdad no existen.
Sus ojos creo qué eran algo negros... Un cabello muy largo, pero linda con el corto".

Un pensamiento qué tuvo Denzel en esos mismos momentos.

Por parte de Horo, no despertaba un interés más qué el de un cliente-conocido.
Ella solo estaba concentrada en su trabajo, mientras Denzel, no podía apartar su mirada.

Provocando que a veces, Horo se diera cuenta, y regresara una linda sonrisa.

Una última hoja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora