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Me encontraba en nuestra casa en el  campo, íbamos a pasar unos días ahí mi hijo, su amigo, su novia  y yo, estaban de vacaciones así que sería buena idea pasarla lejos de la ciudad para relajarnos, yo me había adelantado para limpiar un poco la casa o al menos esa era la idea pues el tráfico había echo que me retrasara bastante.

Finalmente llegue a eso de las 4 de la tarde, no estaba mal, aun podría hacer algo, entre y vi que no estaba tan mal como pensé, revise que necesitaríamos y solo haría falta comida que era a lo único que no había, al poco rato llego el amigo de mi hijo, Robert, en su moto, ya había estado antes aquí, así que conocía el camino

-Buenas tardes señora, creo que llego tarde.- Comento a modo de saludo.

-Hola Robbie, para nada, acabo de llegar yo también hace poco – le respondí con una sonrisa-

Robert era amigo dela infancia de mi hijo así que lo conocía a él y a su familia desde hacía mucho tiempo, y por es le decía Robbie de cariño.

-Genial – dijo le puedo ayudar mientras en algo?

-No te preocupes solo es limpiar la casa y pasara comprar algunas cosas al supermercado  pero ya iré yo más tarde-

-No se preocupe, puedo ir sin problema a comprar al pueblo que esta cerca, no me tardaré casi nada si voy en la moto-

-Gracias Robbie, yo voy después. –

-De verdad y puedo ir y usted mientras limpia lo que necesite –

- Bueno, si, tienes razón- le respondí.

La verdad me parecía una buena idea, entramos e  hicimos una lista de todo lo que necesitaríamos y al final la lista se hico larga y que se compraría todo para las dos semanas que estaríamos a ir, para no tener que estar saliendo a cada rato.

-Llévate el auto Robbie, va a ser bastante lo que compres y en la moto no podrás regresar-

-Ok señora como usted diga, no tardo, iré rápido-

-Ve con cuidado por favor, no te apures, no quiero que te pase algo por ir rápido-

-Descuide iré con cuidado- y se fue

Comencé con la limpieza de la casa, y encendí la televisión, estaban dando las noticias y dijeron que habría lluvias bastante fuertes, y si, el cielo había estado nublado todo el día y había ido oscureciendo se conforme pasaba el tiempo,

Al poco tiempo mi teléfono comenzó a sonar, era una llamada de mi hijo, solo para decirme que no podrían llegar pues la lluvia había echo imposible que pudieran llegar ya que el tráfico estaba parado por  completo y habían decidido volverá a su departamento pero en cuanto pudiera ellos saldrían directo con nosotros.

Colgué, quería pasar tiempo con mi hijo pero sabía que no era  por cuestiones que dependiera de él, y me alegraba que tuviera la sensatez de no arriesgarse como era su costumbre y decidiera esperar que el clima mejorará, así que continúe con lo mío, así estaría la  casa en condiciones para cuando ellos llegarán.

La lluvia había empeorado y ya había pasado bastante tiempo y Robie aún no regresaba, decidí marcarle a su teléfono, marque varias veces y el no respondía, comenzaba a ponerme nerviosa y mi imaginación comenzaba a hacer estragos en mi cabeza, que tal si le había pasado algo, o tal vez no podía salir por el agua que impidiera el paso como con mi hijo, y si tuvo un accidente y nadie se ah enterado y el está herido o…. Peor aun, el está…. Decidí alejar esas ideas de mi cabeza y me fui a la cocina cuando escuche el ruido por sobre el sonido del agua, levante los ojos y vi unas  luces moviéndose, y cuando al fin estuvo cerca vi que era Robbie regresando con el auto. Por fin estaba tranquila, sentía que mi alma y mi cuerpo descansaba al fin.

El Amigo de mi hijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora