Eran ya las 11 de la mañana, Robert se estaba levantando, me movía con cuidado para no despertarme, fue un gesto muy lindo de su parte, se dirigía al baño, no tardó, salió y pensé que se iría pero mi sorpresa fue cuñado regreso y se metió en la cama conmigo nuevamente.
-Buenos días- Dije con un sonrisa acercándome a él.
-Buenos días, que tal durmió? – respondió
-De maravilla, y tu? –
-Genial- Respondió con una sonrisa
-No le robe espacio? –
-Para nada, por? –
-Bueno… tener a alguien durmiendo en la misma cama… no se, creí que sería raro o incómodo—respondió algo tímido.
-Como? Nunca has dormido con una chica? – pregunte curiosa.
-De echo no, es la primera vez. – acepto apenado
-Y te fue incómodo? –
-para nada, fue maravilloso- la sonrisa volvió a su rostro.
Me acerco a el y el extendió su brazo y me abrazo mientras mi rostro estaba sobre su pecho. Parecíamos una pareja de novios.
-Deberíamos levantarnos, podría llegar Carl en cualquier momento
-No te preocupes, no llegará hoy-
-Como lo sabe? –
-Porque me levante antes al baño y tenía un mensaje de el y me dijo qué no llegarían hoy, aun no están libres las carreteras, si bien podrían llegarían ya en la noche pero que más seguro sería mañana si no había algún contratiempo-
-Oh… ósea que tenemos todo el día libre-
-Si—respondí. Voltee a verlo a los ojos mientras lo besaba – Tenemos mucho tiempo libre para nosotros.- y continúe besándolo
Poco a poco los besos aumentaron de intensidad, y al poco tiempo estábamos devorando no el uno al otro, entrelazados nuestro cuerpos, podía sentir su firmeza como la noche anterior, pero ahora, el estaba más centrado en acaríciame y hacerme disfrutar.
-Creo que de veríamos desayunar algo- Le dije con voz entrecortada separando me de el -ayer no cenamos nada-
-Podría esperar un poco más el desayuno- respondió acercándose a mi y besándome el cuello.
Dios, tenía tantas ganas de volver a estar con él, pero debía comer algo pues el hambre me estaba matando.
-Después de comer….-
-Lo prometes? – me dijo el aun besándome el cuerpo.
Yo solo me dejaba hacer, me sentía en la gloria, no quería parar.
-Lo prometes? – volvió a preguntar.
-Si, Si… Lo prometo respondí finalmente.
El se apartó de mi, yo busque mi ropa interior y me la puse y fui en busca de una bata y baje a hacer el desayuno. Al poco rato bajo Robert, tenía solo un pantalón de pijama y una playera.
-Qué bien huele – dijo mientras me abrazaba por atrás. – Qué está cocinando? – me beso el cuello.
-Gracias, son huevos con tocino, espero que te gusten? –
-Seguro que todo lo que usted cocine esta delicioso. –
-Oye solo una le dije girando me para quedar de frente a el.
-Que cosa? –
– No me hables de usted, después de lo que paso anoche creo que ese está de más entre nosotros
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El Amigo de mi hijo
Short StoryUna mujer se encuentra en las circunstancias idóneas para tener un encuentro con el mejor amigo de su hijo.