Lo había visto.
El día en el que el chico que lo acosaba y le golpeaba, follando con todas las chicas relacionadas con él.
Su madre...
Su mejor amiga...
Su hermana...
Y su novia...
No habían palabras que describieran el dolor que estaba sintiendo en aquel momento de debilidad.
Siempre habia maldecido su debilidad, el día en el que ese tipo se llevó a su novia; ahora él había perdido a su familia.
Podía verlos follar, decir que estaba asqueado pero triste era justo lo que más acertaba a su remolino de emociones.
Ya no reconocía a ninguna, todas habían cambiado gracias a la llegada del bully extranjero.
No dijo nada y solo salió de su casa, mientras caminaba en la fría noche no había nada que cambiará lo frío que se sentía.
Las emociones eran diversas, tristeza al ver cómo pudieron hacerle esto, enojo consigo mismo por no poder hacer algo; molestia al ver cómo ellas se doblegaban ante él y más que nada, melancolía.
Había escuchado cómo ellas lo insultaban clasificandolo como "basura", "inútil", "polla-chica", "cobarde"...
El escuchar eso de su familia fue lo que más le pego, había tenido una relación maravillosa con su madre pero todo eso se perdió al verla maldecir a su padre y a el mismo.
Su hermana también lo trataba con cariño, decir que incluso pensaba en el incesto era algo raro pero que penosamente pensaba, pero ahora no había rastro de eso.
Sentía como su corazón había sido roto en mil pesados, se sentía triste porque apenas era un niño entrando en la adolescencia y no era tonto, sabía que no le ganaría, ya que él le ganaba como por 6 años y tenía mayor fuerza bruta.
En lo más profundo de su corazón se sentía devastado, llegó a una banca y pensó en su futuro.
"¿Ahora que haré...? Estoy seguro de que en un futuro no seré más que la perra de ese bastardo..."—temia y lamentaba su debilidad, pero si había hecho esto para dañarlo entonces el próximo paso era doblegarlo a él.
Algo que él no permitiría.
"Debo salir de aquí... ¿Pero a quien debo contactar...?"—mientras pensaba usó su teléfono para buscar algún contacto que le ayudará.
Entonces recordó algo que su padre le dijo:
"Hijo siempre que estés en problemas y yo no esté, puedes confiar en mi hermano Hayato. El siempre te echara una mano, te lo aseguro"—la mirada de su padre mostraba seguridad y alegría.
Algo que en ese momento lo hizo armarse de valor y confianza en si mismo.
"El tío Hayato... ¿Qué no vivía en Noruega?"—no era tiempo para excusas y llamo a su tío, aunque sabía de las pocas posibilidades que tenía sabía que era de las únicas opciones que tenía.
Pero cuando tardó mucho en contestar se preocupó, ya que ahora tendría que pensar en otra opción; no obstante, antes de colgar escuchó como contestaron.
"¿Bueno?"—una voz masculina grave salió del altavoz del teléfono del chico rubio. Una voz que podía reconocer perfectamente.
"¿Hola?, ¿Tío Hayato?"—con algo de vergüenza y pena habló, ya que no sabía si lo había despertado.
"Hola Hiroki, ¿cómo estás?"—su voz se tranquilizó al escuchar la voz de su sobrino, el único que tiene aparte de la hermana del protagonista.
"En realidad nada bien tío..."—cuando dijo eso sin saberlo el tio se puso serio, sabía que no había llamado por nada y presintió que esto era algo muy serio.
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The boy who was finally able to shine-Hiroki Mori
FanfictionAclaración: Nunca he sido fan de los NTR y sinceramente nunca lo sere pero se que después de tantas fumadas este we merece algo mejor. Hiroki Mori había descubierto que las personas relacionadas con el habían tenido relaciones sexuales con su bully...