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Era Lunes, de nuevo lamentablemente, Taesan había despertado muy cansado; casi como si la noche anterior hubiese llegado a su casa a las 2 de la madrugada por estar paseando con un muchacho como de su edad y con unas botellas de soju en sus manos

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Era Lunes, de nuevo lamentablemente, Taesan había despertado muy cansado; casi como si la noche anterior hubiese llegado a su casa a las 2 de la madrugada por estar paseando con un muchacho como de su edad y con unas botellas de soju en sus manos... Oh, bueno, eso sucedió.

Después de visitar aquella cafetería se quedaron hasta tarde, hasta que la cafetería ya iba a cerrar, es decir, a las 10 de la noche, de ahí estuvieron paseando y pasaron a una tienda, se les antojo una botella de soju pero de esa botella se hicieron dos más, al final los dos chicos estaban paseando por los campos de té verde, embriagados y uno menos consciente que el otro; este siendo Taesan.

Dongmin no recordaba casi nada, mucho menos de que estaban hablando y eso le daba miedo, sabía que él ebrio era un peligro para si mismo, y es que se ponía tan pero tan vulnerable y de boca suelta, empezando por hablar cualquier estupidez hasta sus sentimientos más profundos, Taesan se llevó las manos a la cara con frustración al analizar y recordar (sin mucha exactitud) la situación, ¿ahora cómo miraría a la cara a aquel muchacho? ¿lo habrá insultado? O mucho peor ¿le habrá dicho algo íntimo o hecho algo malo?

En la cabeza de Taesan rondaba mil situaciones desastrozas y que para nada terminaban bien, así de poco confiaba Taesan en su mente. A pesar de que Taesan solo quisiera lamentarse por lo que pudo haber dicho o hecho la noche anterior tuvo que arreglarse y salir a trabajar tratando de despejar su mente de sobrepensamientos destructivos, aunque fuera de eso aquel castaño no pudo salir de su mente; aquella sonrisa tan linda y aquellos ojos que se cerraban cuando reía, su risa... Tan... Extraña, pero extrañamente linda, y su cabello, tan bien que le quedaba, si él se dejaba el cabello así seguramente su padre lo mataría. Sentía algo de admiración de aquel chico, saber que sigue estudiando pero en línea, saber que proviene de la ciudad y todo lo que vivía en ésta, wow... Él... Él quería una vida así, sin prejuicios, siendo libre y viviendo simplemente.

Dongmin soltó un suspiro pesado tratando de despejar su mente y una vez presto atención a su al rededor, ya se encontraba en aquellos campos de té verde. Hoy día su padre no trabajaría, lo cual le aliviaba porque aunque sea ese día no debía que estar escuchando las quejas del mayor, quejas sobre política, sobre los jóvenes de hoy en día, sobre el amor y más, quejas, quejas, quejas, todo eran quejas, tal vez hasta este punto Dongmin estaba tratando de romper con el círculo de monotonía que estaba viviendo, pero un empujón le hacía falta.

«¡Sungho!» pensó el pelinegro al darse cuenta que ese fin de semana no había hablado con su mejor amigo, se había entretenido tanto con aquel castaño de ojos bonitos que hasta de su mejor amigo se había olvidado, Taesan no se consideraba una persona que se olvidara de las cosas, así que sabía que su amigo le iba a preguntar el porqué de su desaparición.

Después de un día no tan arduo de trabajo, Han regresó a su casa para luego empezar a cocinarse algo para cenar, una vez hecha su comida le mandó mensaje a su mejor amigo para poder hablar con él.

— ¡Han Dongmin! — reclamó el de nariz respingada.

— ¡Hyung! ¡Discúlpame! — pidió el menor juntando sus manos y ocultando su cara con su cabello.

— Nada más me dices «Hyung» cuando quieres algo o pides perdón, que mal amigo. — Sungho se paró de donde estaba sentado y después de unos segundos volvió.

— ¡Perdona, Sungho! Es que me entretuve el finde. — murmuró Taesan para después llevarse una cuchara de su comida a la boca.

— Uhmmm... ¿En qué? Tú nunca te entretienes al punto de olvidar cosas. — preguntó Park con cierta curiosidad.

Taesan soltó una risa nerviosa dándole indicio a Sungho que era algo vergonzoso para él causando que tuviera más curiosidad.

— ¿Recuerdas... Que te conté sobre un chico? — parpadeo llevando su vista hacía otro lugar que no fuese su celular.

Sungho arqueo la ceja y soltó un «Ujum» para que el pelinegro continuara con su relato.

— Pues... Le pedí perdón por haberme burlado de él, fuimos a la panadería de tu abuelo y una cosa llevo a la otra, andábamos bromeando, compramos una botella de soju, se hicieron como cuatro y y y bueno, de ahí no recuerdo nada. — dijo con rapidez para después llevarse un bocado de su comida con nervios.

— Qué. — Sungho se quedo en shock al escuchar que su amigo; Han Dongmin se había embriagado con un extraño, sí, con un extraño.

Para que entiendan la sorpresa de Park, Dongmin era una persona muy, bastante desconfiada y cuando se trataba sobre extraños mucho más, de hecho, Park cree que si hubiese conocido a Han más grande seguramente serían amigos nada cercanos o en el peor de los casos ni siquiera amigos, conocía a Dongmin como la palma de su mano y embriagarse con un desconocido para nada estaba en la disposición del día a día de aquel pelinegro, por una parte se alegraba que estaba poco a poco saliendo de su zona de confort, pero por otra parte sabía (o presentía) lo difícil que era para su amigo eso y sobre todo cuando probablemente ni recordaba nada.

— ¿Recuerdas tan siquiera algo? — preguntó Sungho.

Han se quedo en silencio dándole a entender a Park que no, ambos soltaron un suspiro y poco a poco una sonrisa apareció en el rostro del mayor con una risa empezando a burlarse de su amigo, Han lo veía venir, sabía que su amigo se iba a burlar así que solo ocultó su rostro entre sus manos.

— ¡Cállate, idiota! ¡Estoy muerto vivo! — exclamó molesto y frustrado. —  ¡¿Y si le dije algo que no?! — destapó su rostro con desesperación.

Park soltó una carcajada y luego trató de calmarse — ¿Cómo no te vas a acordar de lo que hiciste? ¿Tanto te emborrachaste? — entre risas pequeñas y respiraciones tratando de no reír veía a su mejor amigo.

— Sunghooo~ Soy un idiota. — soltó un suspiro pesado y volvió a tapar su rostro.

— Un... Poco. — bromeó el mayor para luego reír sonoramente. — Yo digo que te hagas el tonto, ya si te dice algo al respecto le pides perdón, ¡pero mira el lado bueno! Capaz él tampoco recuerda nada o casi nada. — trató de animar.

Taesan soltó otro suspiro y miró a su mejor amigo con fastidio para después escuchar reír al contrario.

Han Dongmin estaba frustrado y con mayor razón si le dijo a un desconocido tantas cosas que si las recordara seguro se enterraría vivo.

Han Dongmin estaba frustrado y con mayor razón si le dijo a un desconocido tantas cosas que si las recordara seguro se enterraría vivo

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⏰ Última actualización: Nov 09 ⏰

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  𖥻 ...𝗼𝗹𝗼𝗿 𝗮 𝗅𝖺𝗏𝖺𝗇𝖽𝖺𝗌⠀⠀ː ⠀⠀gongfourzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora