Capítulo 3

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Capítulo 3.

Dudas.


Marta contempló como Fina bailaba con esa chica, que seguía manteniendo las manos en su cuerpo. En un momento dado, vio como la rodeaba hasta quedar de espaldas a Marta y de cara a la chica. Entonces, Fina se volvió a girar y se quedó esta vez de espaldas a la chica. Las manos de ésta se anclaron a sus caderas y Fina bajó su cuerpo, manteniendo su culo arriba. Al límite de lo que podía soportar, Marta apartó la vista.

Marta estaba esa noche más guapa que nunca. Fina nunca la había visto en otro contexto que no fuera el de la empresa desde que se habían vuelto a reencontrar y no imaginaba que algún día pudiera verla fuera del corsé de lo profesional. Se dio cuenta de que ya no le importaba bailar con la mujer que la miraba embelesada, porque Marta le había robado toda su atención. Aún así, había aprovechado el baile para desquitarse con la rubia, a sabiendas del poder que sabía que ejercía sobre ella.

Terminado el baile, Fina hizo un gesto a sus amigas para avisarles de que iba a la barra a pedir algo.

- ¿Ya te cansaste? - la voz de Marta sonó muy cerca de su oído.

- ¿De que? - preguntó Fina sin mirarla.

- De bailar... de que va a ser.

Fina la miró. Sus ojos se desviaron por un segundo a sus labios. Volvió a mirarla.

- Con ella sí... con otra persona no me cansaría tan rápido - le soltó, para ver su reacción.

Marta se quedó callada. Ni siquiera sabía por qué se había acercado a ella, pero el cuerpo de Fina la había atraído como un imán. Miró hacia atrás, buscando a su amiga Luz. Cuando volvió la atención a Fina, la morena la seguía observando.

- Este es el último lugar en donde hubiera imaginado encontrarte.

- ¿Por qué?

- No sé... no te hacía en una discoteca - Fina hizo una seña al camarero para que se acercara.

- ¿Y? - preguntó Marta sonriendo.

- Una discoteca doña Marta... una mujer de tu posición, de tu estatus, de tu apellido... Puerto de indias - pidió al camarero.

- ¿Y que tiene que ver eso?

Marta observó como el camarero le servía la bebida y Fina pagaba.

- Pensé que la gente como tú iba a otros sitios con más caché - Fina le dio un sorbo a su copa y se relamió los labios. Marta contempló el sugerente gesto.

- Pues no necesariamente... - Marta parpadeó varias veces para volver volver a la realidad.

Se quedaron mirándose, sin saber muy bien qué decir.

- Fina yo... - empezó Marta.

Fina levantó una mano para silenciarla.

- Marta ya está... no voy a tener la misma conversación que tuvimos ayer. Ya me dejaste las cosas claras.

- Sí, pero igual quería disculparme...

- Ya lo hiciste ayer también... no hay mucho más que decir, doña Marta - Fina se adelantó, dispuesta a volver con sus amigas.

- Fina... - Marta la agarró suavemente del brazo. Fina observó la mano que la sujetaba y entonces Marta la soltó.


El resto de la noche transcurrió sin más incidentes. Fina trató de pasárselo bien, bailando ya solo con sus amigas. Ni que decir tiene que Carmen le preguntó si esa rubia era Marta de la Reina, y cuando Fina se lo confirmó, no tuvo más remedio que decirle que entendía por qué le gustaba. Por su parte Marta también intentó distraerse pero le resultaba difícil teniendo a Fina a pocos metros de ella.

LA SECRETARIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora