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Volví a casa hecho una bola de lágrimas y mocos, no tenía ganas de hacer nada. Simplemente subí a mi cuarto y me tumbé en la cama para seguir llorando... Mi familia no sabía qué hacer, me dejaron tranquilo mientras trataba de tranquilizarme... Al final... Neru tenía razón.

Cuando pude calmar un poco mis lágrimas, hablé con ellos. Entendieron la situación y me aconsejaron que no intentara nada por ahora. Los dos necesitamos recuperarnos para poder hablarlo con más calma.

Los días pasaron. Iba a la escuela; no me estaba yendo mal, por suerte. Veía a lo lejos a Ellen, aunque estuviera sola, no parecía que la estuvieran molestando. Además, tiene a sus amigas fuera de la institución. Pero... aunque parecía que todo estaba bien, no podía evitar añorar los momentos que tuve con ella.

—Mierda... La extraño —me encontraba en mi cama; recién había acabado mi tarea, así que no tenía mucho para hacer—. Mmm... voy a salir a caminar un rato.

—¡Vuelvo en un rato, ma! —Bajé las escaleras mientras me ponía el abrigo; cada vez se acercaba más el invierno, así que eran unos días bastante frescos.

—¡Está bien! —Salí y empecé a caminar; me había traído algo de dinero. La idea de pasar por un café no sonaba mal, así que decidí ir al local al que fui con Ellen.

—¡Hola! ¿Qué va a pedir? —Mientras me sentaba, una camarera se acercó a tomar mi pedido; estoy un 90% seguro de que es la misma de la otra vez.

—Un submarino, por favor.

—¡A la orden! —Me di cuenta de que las amigas de Ellen también estaban en el lugar. Debe ser un local que frecuentan bastante, y obviamente sus miradas estaban en mí.

—¡Aquí tiene! —Recibí gustosamente la bebida, y mientras la terminaba, pensaba en qué decirles a las chicas; lo primero sería aclarar el malentendido. Cuando terminé, me levanté de mi asiento y caminé hacia ellas. Sus miradas solo reflejaban preocupación y hostilidad, pero no retrocedí ante eso y expliqué con detalle lo sucedido.

—Entonces... ¿no la usaste? —Una de las amigas del grupo me preguntó, viéndose un poco más calmada.

—No, no... nunca me atrevería a hacer eso... yo realmente la amo... fue solo un malentendido. —Me cuesta, aunque haya pasado ya un tiempo, la mirada de Ellen ese día... me entristece.

—Pero entonces, ¿qué haces acá? ¿No deberías estar buscándola? —La amiga con los dotes animalísticos demandó, viéndose algo preocupada por su amiga.

—Debería... Pero no creo que sea el mejor momento ahora. Por lo que vi, le está yendo bien con sus notas, no me gustaría desconcentrarla de sus estudios... por eso la buscaré el último día de clases.

El grupo de chicas me miró perplejo ante lo que dije, como si fuera algo de otro mundo.

—Juju, qué considerado... —Ay, caray, ¿enamoré a una? —Pero ya, fuera de chiste, me parece bien lo que piensas. Y sí, le está yendo bien. Sabemos que le haces bien a Ellen, así que no la cagues, ¿sí?

Asentí rápidamente cuando terminó de hablar. Me despedí de ellas para pagar mi bebida, después me encaminé a la salida, saludé una última vez a las chicas y salí.

El aire fresco volvió, y mientras pensaba en los últimos eventos, un golpe de inspiración me alcanzó. No tenía una libreta a mano, así que corrí a casa. Al menos, no necesitaba a nadie para seguir escribiendo mi libro.

Las semanas siguieron pasando. Ellen se convirtió hasta en una de las mejores de su clase, según me dijeron sus amigas. El último día de escuela se acercaba, y pensaba en quizás darle algo de regalo. Hace poco había terminado el libro; tenía, en mi opinión, un muy buen final que creo que le podría gustar a ella.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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I Need You Here... (T/n x Ellen Joe) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora