Katsuki Bakugo mejor conocido como el héroe N°3 Dynamight, un hombre fuerte de 25 años, admirado por todo Japón y el soltero más codiciado del país, tenía una pequeña gran obsesión con Bunny.
Un lindo y adorable chico de cabello y ojos verdes, la cara llena de pecas y un cuerpo envidiable hasta por la miss universo, que trabajaba como prostituto en el club nocturno de Midnight.
Katsuki y Bunny se habían conocido hacía más o menos dos años cuando Sero había arrastrado a todo el Bakusquad para la despedida de soltero de Kirishima, que se casaría con Shoto en unos cuantos días.
El peliverde había sido uno de los acompañantes de esa noche, y por azares del destino se había sentado en las piernas de Katsuki y le había dado de beber y comer boca a boca, mientras los demás pasaban el rato con otros anfitriones.
Desde aquella noche el rubio había quedado prendado al pecoso e iba cada día que tenía libre para pasar el rato con él.
Algunas noches solo conversaban compartiendo un trago, otras hacían cosas más osadas cuando Katsuki pedía una habitación privada del segundo piso o simplemente después de un par de tragos los besos subían de intensidad y las cosas comenzaban a calentarse, como esa noche.
El héroe explosivo había planeado algo, estaba harto de cómo estaban las cosas, él quería más y después de pensarlo y meditarlo mucho había tomado una decisión, esa noche le diría de Bunny lo que sentía y si estaba de acuerdo lo sacaría del club y le daría una vida mejor. Le daría todo lo quisiera.
Katsuki había llegado después de haber salido temprano de su turno, había pedido específicamente a Bunny como siempre y lo había invitado una copa y que pidiera lo que quisiera comer a modo de cena.
Después de comer el peliverde había saltado a sus piernas y lo besaba sin parar en los labios, el cuello y hasta por los hombros. El rubio sabía lo que Bunny quería y obviamente se lo daría, pediría una habitación y se lo follaría duro como le gustaba y después hablaría seriamente con él, pero primero quería jugar un rato.
—De rodillas frente a mi, conejito—. Ordenó con voz grave y autoritaria, y enseguida el pecoso se puso de pie y se arrodilló en el suelo entre sus piernas.
—¿Qué es lo que quieres de mi hoy, Kacchan?—. Katsuki sintió el apodo recorrerle por todo el cuerpo, mientras el peliverde lo miraba desde abajo con un sonrojo evidente y unos enormes ojos "inocentes".
Joder era maravilloso.
—Cómete mi polla bebé—. Dijo con una sonrisa.
—Por supuesto Kacchan—. Respondió con una sonrisa.
A Bunny le encantaba que lo ordenaran y le encaraba complacer así que regocijándose con movimientos lentos y sexys abrió su pantalón y sacó su miembro, una vez afuera lo miró emocionado como si fuera una deliciosa comida.
Sin siquiera esperar otra orden, pasó su lengua por toda la longitud y después se lo metió a la boca por completo, el pecoso era un experto en mamadas y aunque Katsuki no era pequeño, para nada, este era capaz de tragárselo hasta más de la mitad.
Un escalofrío recorrió el cuerpo del rubio y se acomodó para que Bunny se lo comiera con toda comodidad. El pecoso disfrutó de chuparlo, lamerlo y sobre todo Katsuki podía ver el orgullo en los ojos verdes al sacar sonoros gemidos del héroe número 3.
Y a ninguno de los dos le importaba estar dando y recibiendo una mamada en medio del club a vista y paciencia de un montón de clientes y trabajadores.
El peliverde era el mejor en su trabajo, además era amable, cariñoso y muy inteligente, Katsuki haría todo lo que estuviera en sus manos o quizás en su pene, para hacer que el chico aceptara su propuesta.
La cabeza de Bunny seguía subiendo y bajando para ese punto demasiado vertiginoso, Katsuki estaba a nada de correrse, así que tomó su cabeza y se folló su linda boquita.
El pecoso lo estaba recibiendo tan bien y no despegaba sus ojos de él que provocaron que su orgasmo se disparara en lo profundo de su garganta. Sin embargo lo que más le gustó fue cuando el peliverde levantó su cabeza, sacó su miembro de la boca y tragó, le dio la mirada más satisfecha que había visto.
—Mmm... El semen de Kacchan es el más delicioso—. Dijo con una sonrisa.
Katsuki sonrió y tomando su mano lo ayudó a levantarse.
—Vamos si me acompañas te daré mucho más—.
Obviamente Bunny lo siguió de lo más feliz, sin saber la propuesta que le esperaba después de quedar satisfecho.
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Bunny ven conmigo [Katsudeku]
RomanceBunny es un anfitrión de un club nocturno y Katsuki es un cliente habitual, ¿que pasará cuando dicho cliente quiera sacarlo de ese mundo? Aclaraciones -Los personajes no son míos son de Kohei Horikoshi -La imagen de la portada no es mía, creditos a...