Wedding | Ryeji au

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Y ahí en el público se encontraba Shin Ryujin, deleitando a la castaña mientras movía su figura al ritmo de la melodía que retumbaba en el lugar.

Su mirada seguía cada movimiento de Yeji, podía ver la agilidad que tenía para realizar piruetas, mover sus brazos y piernas de manera elegante. Su flexibilidad la dejó sorprendida e inevitablemente soltó una sonrisa al imaginarse lo útil que sería en el momento de la intimidad.

Al terminar todas las presentaciones Ryujin esperaba a Yeji en la salida de los bailarines, la esperaba con un ramo de rosas.

Yeji al verla se emocionó y en su cuerpo recorrió un cosquilleo, durante toda la noche estuvo tras del telón mirando si la pelinegra había asistido pero nunca logró encontrarla.

Rápidamente se dirigió hacia Ryujin, y se dieron un gran abrazo.

— ¡Yejiii estuviste increíble! — mencionó Ryujin en medio del abrazo — Eres demasiado buena en esto.

— Gracias por venir, gracias por los halagos y gracias por las flores —se reía Yeji.

— No sabía cuáles eran tus favoritas pero espero te gusten — dijo Ryujin recordando el debate que tuvo antes de comprar el ramo de rosas blancas y rojas.

— Me encantan — estando frente a frente Yeji recostó su cabeza en el hombro de Ryujin.

Ryujin acarició la espalda de la castaña y antes de que pudiera formular una palabra, escuchó una voz muy familiar llamando por su nombre.

— Prima, no sabía que habías venido — era Chaeryeong.

— Hola Chaer, pues si viene porque Yeji me invitó.

— Que bueno, supongo — movía sus manos al hablar — ¿te gustó mi baile en solitario?

— Claro y de paso te tome muchas fotos y videos para mostrarles a mamá y papá.

— No hagas eso — negó con la cabeza.

— Bueno prima, me tengo que ir — cortó la conversación — Adiós — tomó de la mano a Yeji y dejó a Chaer con la palabra en la boca.

— Que grosera — dijo Chaer indignada y siguiendo su camino para volver con sus amigos.

Mientras tanto Ryujin y Yeji seguían caminando con prisa agarradas de las manos mientras se reían a carcajadas.

— ¿Qué fue eso? — dijo mientras se tapaba el rostro con su manos — Fue de la nada, Ryujin.

— La verdad es que no quería seguir escuchando a mi prima, era huir — alzaba sus hombros con obviedad y Yeji volvía a reírse.

— Oh, acaba de llegar mi uber  — "¿Qué?"  Pensó Ryujin.

— ¿ Qué Uber? — preguntó.

— Ah es que pedí un uber para ir a mi casa porque no me imaginé que si vendrías.

— Cancélalo

— Ryujin no voy a hacer eso, acaba de llegar.

— ¡Oh vamos Yeji, yo te puedo llevar!

— Pero ya está aquí — hizo un puchero.

— O sea te vas y me dejas sola  — dijo indignada.

— Si lo dices así, suena muy feo — dijo apenada — Ya después te voy a compensar.

— ¿Cómo? — preguntó con una sonrisa en el rostro y se acercó más a la castaña.

— Como tú quieras — también se aceró a la pelinegra y comenzó a acariciarle el brazo.

— Sabes lo que quiero — su mirada estaba fija en los ojos de Yeji.