El compromiso | ZeeNuNew

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Decir que estaba nervioso era quedarse corto. Estaba nervioso como el infierno. No creo que hubiera estado tan nervioso cuando esperaba conocer a Zee por primera vez.

Este era otro nivel.

Daba miedo dejar que alguien entrara tan profundamente en mi mundo. Zee sería el único. Ni siquiera compartía esta parte de mí con mis abuelos, y los adoraba.

Cuando el auto se detuvo frente al lugar que quería mostrarle a Zee, me giré y agarré su mano.

—¿Prometes mantener este secreto de todos?

—No compartiré esto con nadie—. Zee levantó su dedo meñique. —Promesa de meniques.

Enganché mi dedo meñique alrededor del suyo.

—Esto es muy importante para mí, Zee, pero es igualmente importante para mí que nadie lo sepa. Solo te estoy mostrando esto porque me has demostrado que puedo confiar en ti. No rompas esa confianza.

Zee se puso solemne.

—Gracias por confiar en mí. No te defraudaré.

Quedaba por verse, especialmente después de que supiera mi secreto.

—Vamos. —Abrí la puerta y salí y luego esperé a que Zee se uniera a mí en la acera. —Sé que vas a tener preguntas, pero espera hasta que estemos solos para hacerlas.

Zee frunció el ceño, pero asintió.

—Bueno.

Deslicé mis manos en mis bolsillos y comencé a caminar lentamente hacia nuestro destino. No quería llegar allí demasiado rápido. Tenía algunas cosas que explicarle a Zee primero.

—Cuando estaba en la escuela secundaria, conseguí un trabajo de medio tiempo que me permitió ahorrar un poco de dinero para un fondo de emergencia, por así decirlo. Mis abuelos trataron de darme una mesada, pero yo quería algo que perteneciera a solo a mí, algo que me había ganado a través de mi arduo trabajo.

—Conozco el sentimiento. Siento lo mismo por lo que hago.

—Encontré algo en lo que era bueno, muy bueno. El problema con el que me encontré fue mi edad. Nadie me tomaba en serio porque era menor de edad y luego conocí a un hombre llamado Jude Thomas. Con su ayuda, pude hacer mucho.

—¿Y por mucho, quieres decir?

—Mi patrimonio neto actual es de más de diez millones de dólares y eso fue antes de que firmara el contrato con Kawasaki. Lo gané todo por mi cuenta, comenzando con el dinero que gané en ese trabajo de medio tiempo.

Las cejas de Zee se levantaron.

—¿Cómo?

—En realidad, de dos maneras. La primera es el mercado de valores. Tengo una habilidad asombrosa para elegir acciones ganadoras. Con la ayuda de Jude, he estado jugando en el mercado de valores desde que estaba en la escuela secundaria. Entré en el mercado de bienes raíces hace unos años. Eso también ha sido lucrativo para mí.

—Empresas Seriphap. Arqueé una ceja.

—¿Has oído hablar de mí?

El rubor que llenó las mejillas de Zee fue lindo.

—Después de enterarme de la pista de carreras, hice que te investigaran.

—¿Y qué encontraste?

La frente de Zee se arrugó.

—No tanto, en realidad.

Me reí mientras me inclinaba hacia Zee.

—Te lo dije, es un secreto. Y estábamos aquí.