Para siempre

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Las cosas se cayeron de sus manos, esas fotos... Las malditas fotos, tendrían que estar bromeando, ¿Cómo es que los siguió?, ¿Cómo sabía en donde se encontraba?, ¿Cómo?... Tantas preguntas rondando por si cabeza, era tan... Raro, tan extraño, tan enfermo, se sintió horrible al ver qué la cara de su australiano amigo que se encontraba en las fotos, un sentimiento de miedo invadió su cuerpo, sus manos temblaban, estaba aterrado, escucho algo en los arbustos fuera de la cabaña y rápidamente corrió, cerró la puerta y se escondió.

Su mente estaba paranoica, estaba perdida, ¿Cómo es posible que le este pasando esto a él...?, se encerró en la habitación que compartía con el chico en esa cabaña, no escucho cuando el más alto lo llamaba, él solo quería esconderse, tenía miedo, cerró la puerta tras suyo, cerró las cortinas de la habitación y busco un lugar seguro en aquel cuarto en el cual pudiera esconderse, cuando por fin lo encontró entró a aquel enorme ropero de madera, su mente era tan ruidosa que no lo dejaban escuchar nada, a pesar de que estaba en silencio, a excepción de unos golpes a la puerta que sonaban preocupados.

Chan por su lado vio como el castaño dejó caer algo cuando dijo que iba a salir por un momento, en su cara se formo una mueca, era una sonrisa satisfactoria, su lindo conejo ya vio aquellas fotos con la nota, necesitaba que no sospechara de él, sabía que el japonés no lo había hecho en todo el tiempo que llevaba siendo acosado, pero él quería que quedara claro.

Al notar que el chico corrió intentó llamarlo, al observar que fue ignorado de forma olímpica decidió seguirlo, era tan satisfactorio verlo correr, aterrado, era una presa, no lo sabía pero él era ese cazador que llevaba un rato observando.

Era momento de hacer lo que más esperaba, aquello con lo que fantaseaba todas las noches... Era momento de dar inicio a sus más retorcidos deseos.

Stalker (BinChan) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora