𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏 ❝𝑃𝑎𝑗𝑎𝑟𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝐶𝑎𝑏𝑙𝑒❞

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Si pudiera haber sabido que el verlo de nuevo me iba a traer tantas consecuencias para mí vida, hubiera preferido no verte de nuevo. Hubiera preferido no compartir una vida contigo.

Porque me estás matando. Me desgastas.

Y aquí estoy de nuevo, mirando a los trabajadores de esta asquerosa empresa de construcción bajar y subir sus escaleras que hacen mucho ruido. Veo sus chalecos de color y sus cascos que protegen sus cabezas de algún accidente. Veo al mismo hombre subir y bajar con papeles en sus manos para entrar por la puerta de la izquierda, saliendo después de un tiempo variado.

El otro día sólo entró y salió. Pero suele quedarse ahí dentro -con quién supongo yo que es su jefe- por varios minutos, casi siempre saliendo entre las 9:45 o las 10:37 de la mañana con su distintiva voz diciendo “Que tenga un buen día, jefe”. Y luego vuelve a bajar para ir a hablar con el grupo de hombres que está debajo perdiendo el tiempo.

Supongo que la construcción es así. Tienen que esperar hasta que alguien los llame para ir a hacer su trabajo.

Es la rutina que siempre hacen, y que desgraciadamente ya aprendí.

El humo de mi cigarro me advierte de lo mal que lo estoy pasando, mi cigarro también conoce mi rutina como yo conozco la rutina del trabajador de enfrente.

La pequeña brisa del aire arrebata la colilla del papel encendido, haciéndome soltar el humo de mis pulmones sin querer hacerlo. Pensando en que debería de mantener el humo dentro de mi para al menos sentir la calma mentirosa que me niego a creer.

Es mi rutina, y es la única que sigo porque me da calma.

Pero mi rutina a veces cambia, como el sujeto nuevo que acaba de llegar y que noté hace unos segundos cuando mis ojos seguían al trabajador que bajaba las escaleras. Era un sujeto nuevo y era claro que no trabajaba con ellos.

No lleva nada que pudiera darme información de quién es. Su ropa tan casual y en contraste al lugar me dice que quiere que lo vea.

Y lo hizo.

Mis ojos se movieron instintivamente hacia el sujeto que parecía ser el alma de la fiesta entre el grupo de trabajadores, su risa era un eco muy contrastante entre el triste y desolado paisaje que veían mis ojos.

Sé que sabía que lo miraba cuando movió su cachucha que cubría su rostro de mi visión, sabiendo que probablemente mi mirada era más incómoda por la forma en que su cuerpo me habló.

Compartimos miradas por un momento antes de que él volviera a girar su rostro para hablar hacia el hombre que apenas llegaba. Haciendo una nueva amistad con tanta facilidad.

Solté un suspiro, viendo el humo alejarse de mi figura para irse desapareciendo con el viento. Sin saber que tus ojos todavía seguían en mi cuando no me había dado cuenta.

Cambiaste mucho a diferencia de la última vez.

Me moví por un momento antes de que la pantalla de mi celular se iluminará cuando lo saqué de mi bolsillo, mirando el horrible fondo de pantalla que sólo hacía contraste con el reloj que marcaba la hora. Observando la pantalla totalmente vacía sin ninguna notificación o mensaje que me pudiera advertir de lo que nos pasaría después de ese día.

Me preocupaba el hecho de saber el día en que estarías de nuevo en la ciudad, porque me mantuve con tanto los días y las horas hasta que volviéramos a compartir la realidad de la que intentamos escapar cuando perseguimos nuestro propio sueño americano.

La pantalla se iluminó cuando mi pulgar se movió por el celular, llamando al único hombre que perseguía como una sombra que buscaba reclamar su precio, llamando al único contacto que tenía en mi vida.

Llamé a Kris, sabiendo que probablemente estaría trabajando con la pelirroja que llegó gritando a su celular sólo para vestirla. Sabiendo que estaría bien.

Me dijo que dejara de preocuparme por su seguridad cuando le pregunté si estaba todavía en el camerino improvisado de último momento. La pelirroja ni siquiera le dio un momento para respirar.

Hubo un silencio que compartimos como si quisiéramos aún hablar de otra cosa, pero sin querer colocarlo en la mesa enfrente de ambos. Compartiendo un silencio que sólo era opacado por el sonido de Kris cerrando puertas, para luego escuchar un ligero sonido de una lata ser pateada.

Era incómodo pero reconfortante para mí. Su silencio era mi calma.

Y mi silencio era su infierno.

Escuché a Kris suspirar un poco, dejando de escuchar el ruido de la calle. Sabiendo que había colgado.

Dejé el celular cerca de mi, sin moverme mientras mi mente intentaba empezar a moverse y abrumarse.

Mi cigarro se había apagado y sólo sostenía algo que no estaba encendido ni daba calor.

Tu voz se acercó a mi oído sin darme cuenta.

“Pasha… Pasha… Pasha…”

Aún recordaba el tono tan característico con el que me llamabas cada vez que me veías, recordando ligeramente la parada a mitad de ciudad porque no querías perderte para llegar a tu destino.

Eras un tonto por no saber guiarte.

Y yo era el tonto por ser tu guía.

Una sonrisita se escapó de mis labios, dejándome un sabor amargo y triste en mi pecho. Dejando una marca más encima de otra.

Sabía que Kris estaba bien, estaba en buenas condiciones a diferencia de nosotros. Simplemente estaba agobiado de tener que contestar inmediatamente a cada una de mis llamadas.

Porque él debía cuidar su apestosa reputación.

Una suave voz llamó el nombre de Kris, haciéndolo tener que relajarse rápidamente antes de que sintiera el agua subir por sus piernas y arrastrarlo a lo profundo. Dándole una suave sonrisa antes de regresar adentro con su cliente.

⋆°࿔  𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧𝗦 𝗢𝗙 𝗞𝗥𝗜𝗦 ⤿🧸 ⌗𝑆𝐼𝑀𝑀𝐸𝑅𝐿𝐴𝑁𝐷 𝜗𝜚˚⋆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora