⋆°࿔ 𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧𝗦 𝗢𝗙 𝗞𝗥𝗜𝗦 ⤿🧸 ⌗𝑆𝐼𝑀𝑀𝐸𝑅𝐿𝐴𝑁𝐷 𝜗𝜚˚⋆

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟒 ❝𝑅𝑒𝑓𝑙𝑒𝑗𝑜 𝑅𝑜𝑡𝑜❞

El capítulo empezaría con un recuerdo lejano en una noche con luces de fondo, parecía una clase de festival. Dándole importancia a una charla que se escuchaba al fondo.

"Noah, por Dios. ¡Eso es asqueroso, basta!"

Cassie solía regañarme por hacer comentarios sobre mis manías extrañas con la comida. ¿Cuál era el problema si compartía gustos con la señora embarazada del piso de abajo? Mal gusto no tenía.

Sólo digo.

Las risas de Pavel y Kris se hicieron presentes después de ver la cara de asco que había hecho Cassie, compartiendo unas risas divertidas que hicieron molestar a la gente de alrededor.

"¡Sólo pruébalo, Cassie! Qué tal qué te gusta."

Siempre me gustaba sacarla de quicio con mis cosas. Ella iba a soportarme hasta el final de los días, ¿no? Ella siempre se quedaba conmigo hasta altas horas de la noche soportando mis comentarios mientras ella cocinaba algo para mí porque yo era un desastre con la sartén.

Se vería un recuerdo de Cassie cocinando con Kris encima de la encimera sentado, platicando alegremente de algo.

Te extraño mucho, Cassie. Te extraño.

Al recuerdo se le agregaría un Pavel cansado acercándose preguntando: "¿Qué mierda hacen aquí despiertos?" Agregándose de mala gana a la conversación mientras se colocaba al lado de Noah para seguir hablando.

Extraño hablar con ustedes.

El último que se agregaría a la conversación es Kris, regañandolos por despertarlo a altas horas de la noche. "¡Déjenme dormir! Ustedes no tienen que hacer exámenes."

Extraño cuando éramos una pandilla y éramos los reyes del mundo.

El recuerdo se facturaría antes de romperse, dando paso a una luz brillando a través de la ventana medianamente cubierta, chocando contra la cara de un Noah dormido en el sofá.

"Qué molesto..."

Era molesto soñar con tonterías, era molesto tener que recurrir a los pensamientos para desear seguir durmiendo y no tener que conectarme con la realidad.

Apestaba tener que pensar en lo que fue cuando las cosas seguían moviéndose sin detenerse ni un poco.

Se vería al Noah del presente levantándose y caminando hacia otro lado en la casa hecha pedazos y destrozada. Deteniéndose sólo para ver su reflejo en un espejo cubierto en la pared.

Era asqueroso mirar lo que me había hecho el tiempo, lo que me habían hecho estos años de abstinencia y dolor dentro de esa asquerosa celda.

Noah caminaría de nuevo hacia el sótano, haciendo incapié en sus pies bajando las escaleras.

Era asqueroso verlo ahí tirado, era asqueroso y patético sólo mirándolo ahí tirado.