Capitulo 6: Una Nueva Agente

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Diez años después:

Jack estaba decorando su oficina con guirnaldas brillantes y carteles que decían "¡Felicidades, nueva Agente!". El ambiente estaba lleno de emoción y alegría. De repente, se escuchó a Frisk hablando con DogDay desde la puerta.

—Gracias, DogDay, por llevarme al examen final. No sé qué haría sin ti.

—Por nada —respondió DogDay con una sonrisa—. Felicidades una vez más, ya eres una de nosotros.

Al escuchar la conversación, Jack se dio la vuelta y, lleno de entusiasmo, gritó:

—¡Esa es mi pupila! ¡Felicidades, ratoncita!

Frisk entró a la oficina con una sonrisa amplia, mientras los aplausos de Jack resonaban en la sala. En estos diez años, Frisk se veía más adulta a sus 23 años. Su cuerpo había madurado, mostrando la transformación de una joven a una mujer, aunque mantenía una estatura medianamente baja que le confería un aire juvenil y enérgico.

—¡No puedo creer que finalmente haya pasado! —exclamó Frisk, aún incrédula, mientras sus cachetes se inflaban levemente al escuchar el apodo "ratoncita".

Justo en ese momento, Chara apareció en la puerta, riéndose mientras cruzaba los brazos.

—¡Mira quién se ha convertido en una agente! —dijo, con una sonrisa burlona—. Espero que no pienses que Jack te va a dejar hacer todo lo que quieras solo porque ahora tienes un título.

Jack, haciéndose el ofendido, contestó:

—¡Por favor! Ahora que Frisk es una agente, mi trabajo es guiarla y protegerla. Aunque probablemente tendrá que enseñarme un par de cosas también.

Chara rió y se acercó a Frisk, dándole una palmada en la espalda.

—¡Felicidades, Frisk! Pero recuerda, ahora tendrás que lidiar con Jack y su obsesión por los protocolos. ¡Buena suerte con eso!

Frisk, sintiendo la calidez del momento, miró entre Jack y Chara y sonrió.

—No me importa. Estoy lista para cualquier desafío que venga, y con amigos como ustedes, sé que puedo lograrlo.

—Eso es lo que me gusta escuchar —dijo Jack, mientras colgaba una última guirnalda—. Ahora, ¡a celebrar! ¡Tenemos una nueva agente en nuestra familia!

Y así, la oficina se llenó de risas, historias compartidas y la promesa de nuevas aventuras por venir.

Mientras brindaban, la puerta se abrió de golpe y entró nada más ni nada menos que Rick Sanchez.

—¡Ey, felicidades, novata! —gritó, eructando con despreocupación—. Traje un par de cervezas para celebrar.

Jack levantó una ceja, sorprendido, mientras Frisk se reía.

—¡Rick! ¿Desde cuándo te importan las celebraciones? —preguntó, incrédulo.

Rick se encogió de hombros, mientras sacaba varias latas de cerveza de su bolso interdimensional.

—Eh, ¿qué puedo decir? Hay que celebrar que una más se une a la locura de ser agente. Además, me prometí a mí mismo que no iba a dejar que esta fiesta fuera un desastre.

Chara, sonriendo, se acercó a Rick.

—¿Trajiste suficiente para todos, o solo para ti?

—Oh, no te preocupes, tengo más de donde vino eso. No soy un monstruo, ¡soy un científico! —respondió, mientras abría una lata y le daba un trago, haciendo una mueca—. Ugh, esto es más horrible que el último experimento que hice. Pero bueno, al menos no hay nadie aquí que me diga qué hacer.

A.C.A: Agencia de Control de AnomaliasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora