No sentí que hubiese dormido mucho, aun así las sirenas de las patrullas me despertaron, no quise asomarme, aun tenía impresa en la memoria la escena de anoche.
Pero la curiosidad me venció, abrí un poco la perciana y mire discretamente, habia dicha gente reunida, en la casa de Hada, la mayoría eran policías, un cuarto era la gente d la semefo, y la demás eran los vecinos que sentían la misma curiosidad por saber que había sucedido.
Me coloque una bata y salí, me acerque a la masa de personas que se acumularon al rededor de la caso.
-¿que sucedió?- pregunte a un vecino joven que estaba a mi lado derecho, el cual nunca había visto.
-...hada a muerto...-lo mire y frunci el ceño, no conocía bien a aquella muchacha, pero era increíble que apenas ayer la hubiese visto.
De pronto la gente comenzó a murmurar, y yo quería saber porque, busque un hueco entre la multitud y mire, la semefo llevaba el cuerpo, la joven tenia abierto los ojos color miel de par en par, estos delaaban un signo de terror, su boca sangraba, su cabello rizado estaba alborotado, su cabeza sangraba y su cuerpo estaba totalmente desnudo su mano izquierda parecía proteger su vientre y la derecha tocaba su cuello, sus pies estaban manchados de su misma sangre, sin duda había tenido una muerte muy horrible.
Toda la gente miraba por morbo, pero yo no lo hacia así, todo esto me traía a la mente la escena que ayer había presenciado, en la que se escuchaban gritos y d la nada cesaron.
De pronto volví a mirar por el hueco y divise a dos policías, que esposaban a Gepeto, quien negaba la culpa y se resistía a ser llevado ante las autoridades.
Cuando lo vi sentía una gran repulsion hacia el, un coraje.
Después regrese a mi casa y tome un largo baño, nadie me podría quitar la escena que había presenciado esa noche.
Ese mismo día vague un poco por el vecindario, en especial visite las tiendas, pero lo único que escuchaba eran los murmullos d la gente con respecto a lo sucedido en la mañana.
Unos aseguraban que el culpable había sido Gepeto, pero otros se negaban a creerlo, argumentando que el afamado carpintero no haría eso.
Nadie sabia la verdad, sólo podrían murmurar y reconstruir hechos a su manera.
Lo cierto es que tampoco nadie había presenciado aquella escena.
En ese momento solo tenia en mente que gepeto seria interrogado y que tal vez seria juzgado.
