La hija de Lupin

30- Tarde mundana.

Ann se despertó tarde. (La historia de mi vida) (?

Cuando bajo no había nadie, solo una nota en la heladera, era de su padre, diciendo que iba a arreglar unos asuntos de la orden del fénix.

Genial.

Se envolvio en una manta,tomo un paquete de galletitas y se sentó a ver un maraton de Breaking bad.

Después de unas horas, su padre, los Weasley y el "elegido" entraron por la puerta.

Grandioso, visitas.

-Anna, pon la mesa. -dijo un cansado Remus Lupin.

-¿A esta hora?

-Es de noche, ¿no has salido en todo el día?

-Tal vez. -apage la tele y fui hacia la cocina, donde los "jóvenes" estaban hablando.

-Hola. -saludaron al verla entrar.

-Hola.

-¿Te enteraste lo que paso? -dijo Harry.

-¿A los pobres muggles unos mortifagos les tiraron su helado?

-No. Hace 3 días que se ven mortifagos cerca de aquí.

Ann levanto la vista, intentando disimular lo alarmada que estaba.

-¿Por que crees que será?

Los adultos entraron y se sentaron todos en la mesa.

-Tal vez por que eras cercana a Barvara. -dijo Ginny.

Sintio ganas de acuchillarla.

-¿Y que tendría que ver ella? -le respondió, desafíante.

-Solo digo, quiero decir, por algo la mataron a ella.

-Por que tuvo la mala suerte de que su hermana sea una zorra, no veo como eso me involucre.

La cena transcurrió en silencio.

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Ann estaba sentada en el piso de su habitación, con la espalda apoyada en su estantería y escuchando música. De algún modo,sentir sus libros cerca la hacia sentir más segura,menos destrozada.

Ni siquiera lo escucho entrar, apenas se dio cuenta cuando de sentó a su lado.

-¿Perdiste algo? -le dijo a Harry.

-A mi mejor amiga.

-¿Hermione?

-No,tú. -Ann lo miro.

-¿Por que empiezas con eso? Fuimos mejores amigos, pero es bastante obvio que ya no.

-Bien, ¿Quieres ser mi amiga?

-No.

Ambos rieron.

-¿Que pasa con Draco?

-¿Que pasa con Ginny?

-Bueno,digamos que aun que sea el quiere estar contigo.

-Al menos Ginny no esta del lado de los mortifagos.

Ambos suspiraron. Ann le ofreció un auricular y el lo tomo.

Y así se quedaron, mientras la oscuridad abrazaba la ciudad.

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A varios kilómetros, una chica de pelo oscuro salia de una habitación.

Nadie sospecha, todo esta saliendo a la perfección, le había dicho.

Genial. -le habían contestado.

Ya no aguantaba que todos se tomaran su trabajo a la ligera.

-Mocosa -llamó,abriendo la puerta y tirando una pila de ropa sobre la cama- Apestas, los convencí de que tomes un baño, de nada.

Darla levanto la cabeza al tiempo que Jesica la apuntaba con la varita y le hacia una seña que indicaba que quería que ella fuera adelante.

La siguió sin vacilar, ya estaba entendiendo las reglas en ese lugar de porquería.

Todo es tan fácil, pensó Jesica, una simple poción multijugos y ya caían todos engañados.