Prólogo Monólogo de Matthew Fourd Elderdragoon - Aquel que admiras

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Siempre sueño con el mismo día en que conocí a mi ídolo.

Era tarde en las afueras de la casa de mi prometida, alrededor de las diecisiete horas. Me había perdido al separarme de mis sirvientes. Por supuesto, tenía apenas once años.

En la casa real del país de Ritenia, la familia Elderdragoon es conocida por su neutralidad en las acciones de los gobiernos anteriores del país. Pero mi familia había visitado el reino de Jetieran, en la casa de los nobles, la familia de mi prometida.

Me había perdido cuando me desvié para ver las calles y otros edificios que desconocía.

Lo peor es la suerte que tenía. O sea, nada. Unas personas me secuestraron y me llevaron a un pueblo cerca de un volcán para venderme.

Estaba muy asustado. No podía hacer nada. Todavía no había aprendido a conjurar hechizos correctamente a pesar de que poseía una gran cantidad de maná y diferentes atributos elementales.

«Así que este es el fin de mi vida, ¿eh? Qué mala suerte tengo...»

Creía que esos eran mis últimos pensamientos...

Pero no.

Cuando llegamos al pueblo, los secuestradores me dejaron en una casa. Me abandonaron allí. No entendía por qué.

Cuando logré soltarme las cuerdas, vi por la ventana que salía humo de un volcán. Me asusté al ver que estaba a punto de estallar.

Pero entonces apareció.

Un chico con capucha y algo que le cubría gran parte de la boca.

— ¿Qué hace un chico en este lugar? Debes huir de aquí.

Desconcertado, mis piernas no responden.

Entonces el chico me cargó y me llevó con el resto de la gente.

—No soy un habitante de este lugar. Me secuestraron y me dejaron tirado allí. S... solo quiero... volver a la casa de mi prometida.

No podía aguantar las ganas de llorar. El chico me asintió y comenzó a preguntarme sobre la casa de mi prometida.

—Te dejaré en la puerta de la casa de tu prometida. Así que dime dónde está.

—E... está en la casa noble de Meharien.

—Déjame buscarlo. Espera un poco.

El chico cerró los ojos sin detener el ritmo. Entonces escuché su hechizo.

—Analizar, planificar y ejecutar.

De un momento a otro, mi visión pasó de ver el vasto terreno del pueblo a ver la calle principal de la ciudad — ¿Eh...? ¡¿Estoy en la casa de mi prometida?!

No sabía qué hechizo empleó ni su función, pero no veía al chico misterioso.

—Gracias por traerme, chico misterioso.

Recuerdo cómo el chico me salvó.

Al entrar en la casa, mis sirvientes estaban muy nerviosos. Incluso mis padres estaban preocupados por mi desaparición.

Les conté lo ocurrido y me regañaron por andar solo en lugares que no conocía.

Más tarde, me enteré de que el chico misterioso en realidad era un aventurero que había salvado a la gente del pueblo de las cenizas del volcán.

Mi admiración por el aventurero es profunda. Quería salvar a la gente así como él lo hacía.

Por eso iré a la Gran Academia de Lebriang Unificada, para mejorar en mis atributos y ser un buen gobernador.

Lo primero que debo hacer es mejorar mi práctica con la magia y en mi estilo de espada.

Debo mejorar para volver a ver a mi ídolo y decirle: "Gracias por salvarme".

—Por eso estoy aquí. Así que... ¿qué me dices? ¿Quieres ser mi secretario?

En la actualidad, soy el presidente de la clase 1-RC o clase 1 Real C. Y le estaba ofreciendo un puesto a un estudiante que me interesó al verlo.

— ¿Qué me dices, Roy Oshiro?

El chico estaba tranquilo escuchando mi propuesta. Lo raro es lo que me interesó de él. Tiene un aura similar a la del chico misterioso que me rescató.

«Tal vez sea amigo o conocido del chico misterioso... Me interesa ver qué tipo de persona es Roy Oshiro. Mi objetivo será descubrir la relación de mi compañero con mi ídolo.»

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Rings of Fates (Volumen 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora