Capítulo ll El comienzo de una vida escolar y una propuesta

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Otro día más y ya me pongo tenso. El primer día de clases comienza. Los estudiantes de otras naciones se quedan en unas residencias cerca de la gran academia. En cambio, algunos que nacieron o viven en la capital Lebriang, van caminando o en transporte hacia la gran academia.

Mientras que yo, camino a mi ritmo junto a Selene. Conversamos poco a poco para no hacer aburrido el trayecto. Los dos llevamos puesto los uniformes de la academia. Su diseño es, cómo decirlo, normal. Tengo puesta una camisa de mangas largas, y el chaleco es grisáceo con el escudo de la academia ubicado en la parte superior del bolsillo izquierdo. Resaltan más los bordes de color amarillento casi dorado. Y los pantalones son grises, casi platino.

El uniforme de Selene es diferente al mío; la prenda superior del torso es más llamativa por los bordados de las mangas cortas, tiene un listón rojo amarrado alrededor del cuello de la prenda, en su falda resalta los brillantes patrones cuadrados de color casi dorado y platino.

«Por lo menos ella no está sufriendo del terrible calor. Pero yo sí....»

Entrando por fin al enorme edificio, dejé a Selene en su sección de clases. Ella está en la clase primaria, la clase 4-B. Por sus calificaciones en el examen de admisión que dimos hace unos días, quedó entre los veinticuatro mejores alumnos de su año. Por mi parte, he quedado entre los mejores diez de mi clase. Lo sorprendente es que el tercero de la academia fue Matthew... Y sí, entramos en la misma clase.

Viendo el cartel de mi clase, prosigo a entrar y encontrar mi asiento.

—Clase 1-RB. O Clase Real B —murmuré para mí mismo.

Encontré mi lugar, me siento esperando en mi escritorio. Mi asiento está cerca de la ventana. Por el total de asientos, había alrededor de unos veinte escritorios para estudiantes. En el orden de asientos, estoy en el asiento quince. El penúltimo de la fila cerca de la ventana.

No me quejaba, podía ver lo que ocurría a las afueras del salón. Y podía ver mejor a esta distancia el pizarrón donde estará enseñando el profesor.

«Ahora. Comienza una vida. Una vida escolar que siempre quise, pero no puedo perder de vista mi objetivo. Para eso, voy a disfrutar estos años relacionando amistades, mientras busco las pistas para encontrar y aniquilar al Dios del Destino.»

Dejando los pensamientos egoístas, la gente se acumula y se sienta en sus escritorios. Algunos ya están conversando, otros esperan a que alguien se les acerque. Y yo espero a que termine este primer día de clases.

¿Por qué me motivó al principio? De todas formas terminaré con el pensamiento de culminar este día.

«Odio esta parte de mí…»

Luego veo a una persona conocida entrar. Era Matthew, y estaba acompañado de una chica. Por lo que recuerdo, ella es su prometida. No me dijo ni su nombre, pero parecen muy cercanos. El tipo se separa de la chica y camina en mi dirección.

— ¡Buenos días, Roy! ¿Cómo has estado?

—Oh. Buenos días, Matthew. Por ahora, bien. Supongo.

—Ja, ja, ja. Te veo nervioso. Pero es parte de tu primer día en clase, así que no te preocupes, amigo.

—Sí, sí. Por cierto, la chica que estaba a tu lado…

—Ah, ella es mi prometida. ¿Qué? ¿Te interesa? Lo siento, pero ella sólo tiene ojos para mí.

—No, sólo quería confirmar si era tu prometida.

—Entiendo. Telina me tiene mucho cariño, rara vez la veo hablar con otras personas que no sea yo.

Rings of Fates (Volumen 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora