003

393 60 16
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era el día libre de Enzo, y apenas había logrado dormir un par de horas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Era el día libre de Enzo, y apenas había logrado dormir un par de horas. Después de pasar toda la noche dándole vueltas a su cabeza, finalmente se durmió a las cuatro de la mañana, y recién a las dos de la tarde se dignó a levantarse. La verdad, si hubiese sabido lo que lo esperaba, preferiría haberse quedado durmiendo todo el día.

Revisó el celular y sintió cómo la rabia le subía por la garganta. Ahí estaba Julián, con su photodump de octubre, y esta vez no estaba solo: aparecía Nicholas, el actor. Enzo sintió que se le helaba el pecho. ¿De dónde mierda había salido tanta confianza con ese pelotudo? No solo se lo vio con Julián saliendo por Londres, sino que además Julián lo había incluido en su dump de fotos, como si fuera alguien importante. La sola idea de ver a alguien tan cerca de "su" Julián le hacía hervir la sangre. Sabía, racionalmente, que todo era para la película en la que estaban trabajando, que era lógico que como actores tuvieran buena relación… pero Enzo no podía soportarlo. Lo único que quería era que ese chabón desapareciera y dejara a Julián en paz.

Sin poder controlar la rabia, lanzó el celular contra el sillón, haciendo que Kia, su perro, diera un salto de susto y lo mirara con esa cara de resignación que últimamente parecía tener cada vez más seguido. Kia ya estaba cansada de las boludeces de su dueño, y Enzo lo sabía. A veces, en esos momentos de frustración, sentía que ni siquiera su propio perro lo soportaba.

La bronca le pesaba en el pecho, y lo peor era que en pocas horas, tendría que encontrarse con Julián. Intentaba enfocarse en el objetivo de todo esto, en el plan de recomponer la relación de amistad, de volver a tener aunque fuera un poco de la cercanía que compartían antes, pero la idea de Julián rodeado de gente como Nicholas lo sacaba de quicio. Era demasiado pedir que cualquiera que se le acercara al cordobes desapareciera. Porque para Enzo, Julián seguía siendo suyo, y aunque nunca tendría los huevos de decirlo en voz alta como antes, lo sentía en cada latido cuando lo pensaba.

 Porque para Enzo, Julián seguía siendo suyo, y aunque nunca tendría los huevos de decirlo en voz alta como antes, lo sentía en cada latido cuando lo pensaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝙋𝙊𝙋𝙐𝙇𝘼𝙍 ★ 𝘑𝘜𝘓𝘐𝘌𝘕𝘡𝘖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora