Dos

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Namjoon

La pobre ha estado luchando con la fiebre, bebe lo que le doy sin hacer gestos, solo balbucea de escritos y cosas de fechas de entrega, no me supo decir como es que sabe tanto sobre de mi.

La deje dormir, pues aunque era un hechicero poderoso las enfermedades humanas aun son algo nuevo para mi, y no puedo curarlas en totalidad, fui a recoger la manta que le había prestado, cuando la levante un libro negro salió de esta. Cuando lo tome parpadee al reconocerlo.

Fui a dejarlo al lado de mi cama donde ella seguía dormida, me senté a observarla quitando algunos mechones de su cabello de su rostro, pase mi pulgar por sus labios, sonriendo ampliamente, la suerte me sonríe finalmente.

.........

Escuche su voz en la madrugada, parecía demasiado preocupada, la sentí mover las manos y abrí los ojos.

—¿Pasa algo?

—Estas dormido conmigo.

—Es mi cama, tu estas dormida conmigo, ¿esperabas que durmiera en otra parte? ¿eres virgen? ¿Temes de que hubiera abusado de ti? —alce dos de mis dedos —¿quieres ver que tu himen sigue ahí?

—Dios no —se sonrojo, podía notarlo aun con la poca luz de la habitación —además mi himen hace tiempo no esta ahí.

Subi en ella —¿Es una invitación? —separe sus piernas —aun no pienso como es que me cobrare, el salvarte de la nieve, el curarte tu enfermedad y el alimentarte.

—¿Necesitas una invitación? —se toco el collar en el cuello —con esto, prácticamente no puedo desobedecerte.

—Es mas rico si tu me pides que lo haga —Sus labios fueron a mi oído —Karen, apareciste aquí para mi, ahora que se eso, no tardare en estar dentro tuyo, haciéndote rogar por mas —la gire y abrace por la cintura pegándola a mi pecho —duerme o te daré una razón para estar despierta.

Karen.

Jure que no podría dormir con él pegado a mi espalda, pero en realidad no fue asi, me sentí cómoda, además de que el calor de su cuerpo era bastante agradable, por lo que no me fue difícil volver a quedarme dormida. Cuando abrí los ojos no estaba en la cama, mire a mi alrededor y a mis pies había un cambio de ropa mas de mi talla.

Es que la imagen que él libro me presentaba es tan aterradora, se que ha matado a centenares de personas, que lidero una guerra en el pasado, además de él hecho de la maldición que impuso en Escarlet.

Mierda me comí un spoiler.

—El libro—me quite las cobijas para ir a buscarlo, cuando lo observe aun lado de la cama —no recuerdo haberlo tomado.

—No lo hiciste —traía una bandeja, con lo que parecía el desayuno —yo lo coloque ahí.

—¿Lo leíste? —lo abrace contra mi pecho, él se sentó aun lado en la cama dejando la bandeja aun lado.

—Claro, ese libro es mío —sonrio —Cuando era un adolescente que aún no sabía usar su magia, cree un hechizo estúpido —tomo el libro con cuidado, estando en sus manos lucia diferente — como sabes, soy un ser maldito, mi hechicería no es una bendición, me fue dada por un deseo mal hecho de mis padres —abrió el libro mostrando la primera página, No lucia como lo recordaba, era una especie de Runa con algunas palabras escritas debajo, aunque no entendía el idioma —Mi destino esta marcado, llega a la persona que se interesara por mi, traerla a mi, debe desearme, saber de mi, ser mía en pensamientos y alma.

—Por dios —sujete mi cabeza —esto no es un sueño —siento que el corazón me late a mil por hora —¿Cómo conseguí el libro? —daba mil vueltas a mis pensamientos, pero todos los paquetes que me llegaron jamás me mostraron como llego a mis manos, apareció en mi recamara —en verdad estoy aquí, tu —lo señale —tu eres real, ay no, ay no.

Mi ataque de pánico nunca llego, pues fue apagado por los labios del hechicero moreno, abri los ojos por la sorpresa, pero tan pronto su lengua entro en mi boca, los volví a cerrar, el beso es demandante, sabe a café, sabe tan bien, mis manos se metieron a su cabello apretándolo, reaccione y lo aparte tocándome los labios.

—¿Suficiente real para ti? —asentí —bien, no tardes mucho en desayunar, te deje un cambio caliente de ropa, además la bañera esta lista para que te asees, ahora que estas mejor puedo salir, se que no escaparas, regreso al anochecer.

—¿A dónde vas? —le tome el brazo.

—Debo de encargarme de algunas cosas —acaricio mi rostro —si te comportas, te dejare preguntar lo que el libro no te dijo de mi, pero también tendré que saber de ti.

—¿Para qué quieres saber de mí?

—Karen, ¿Qué parte de que eres mía no entendiste? Debo saber todo de ti, no solo me interesa tu cuerpo desnudo.

Él se fue, no solo dejándome agitada, si no confundida, preferí darme un baño antes, con lo enferma que estuve siento el cuerpo pegajoso, la temperatura estaba perfecta, mire el baño dándome cuenta de lo rustico que era, lo había leído descrito, sabia la historia de este lugar, el porque a pesar de que sabían su ubicación no se iba.

Su abuela lo único bueno que tuvo vivía aquí, antes de volverse el ser despiadado que describía el libro, él era alguien tranquilo, a pesar de todo lo que sus padres le hicieron, de como lo abandonaron a su suerte dándole el peso que lleva en sus hombros.

Yo no justifico en lo que se volvió, pero lo entendí.

Las acciones heroicas de Jay, también llevan muertes a su paso, pero contadas desde un punto diferente nadie se daría cuenta. Ahora que se que Escarlet es su media hermana, ¿Cómo pudo ella dejarlo?

Fui a explorar la cabaña después de desayunar, abrí la puerta de la entrada con curiosidad, el helado viento entro con violencia y cuando trate de dar un paso fuera, el collar se activo causándome un terrible dolor, me arrastre como pude dentro de nuevo, respirando con dificultad.

Deje que se me pasara el dolor y me arrastre mejor hasta la chimenea, había encontrado libros para leer, asi que es lo que haría mientras no pueda escapar de aquí.

Encontré que comer también, me habia dejado alimento y bebida, por lo que no tuve que preocuparme por ello. El libro de Namjoon se abrió en una página en específico.

Jay por fin lo había emboscado, lo tenía acorralado, parecía que seria el final de Namjoon, pero este no cedió, aun algo herido logro luchar contra el ejército de Jay, deteniéndose de asesinarlo solo porque Escarlet se había arrojado sobre de su amado, rogándole su perdón.

—¡Déjalo!

—Te llevara a tu muerte.

—¡Eso jamás pasara! ¡el único monstruo eres tu! ¡tu mataste a nuestro padre! No mereces nada Namjoon, Nada.

Cerré el libro de golpe, ¿mato a su padre?

Pero mi cuerpo reacciono de otra manera, corrí hasta donde estaban guardado los frascos de hierbas medicinales, apenas había sacado la caja, cuando las puertas de la cabaña se abrieron.

Sus ojos eran tan grises como la nieve tras de él, su ropa estaba desgarrada y llena de sangre, su costado derecho tenia una herida algo profunda.

—¿Te quedo bien la ropa? —me acerque y mire su herida —estaré bien.

—No, eso no parece estar bien —lo jale hasta donde estaba una silla junto a la chimenea, lo senté y abrí la caja con sus frascos medicinales —ajenjo, aloe —trate de recordar para que servía cada uno, encontré el que buscaba y mire su herida.

—¿El libro también te lo dijo?

—Leí cuando lo usaste la vez que luchaste contra los lobos —tome un trapo limpio y comencé a limpiar la herida colocando la esencia sanadora.

—¿Sabes que me paso? —mordí mi labio y dije que si —¿Aun asi me ayudas?

—Has sufrido suficiente a mi parecer, puede ser el villano de su historia, pero a este punto, creo que mereces una venganza.

Me observo y detuvo mi mano de su herida, me levanto para llevarme a su boca, empezando a besarme con intensidad, me sentó en su regazo presionando mi cadera contra su erección.

—Te voy a lastimar —dije algo preocupada.

—Destrúyeme si lo deseas, pero no voy a parar...

The Villian (KNJ +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora