The Villian (KNJ +18)

Final.

Karen.

Estaba mordiendo mi cuello mientras desgarraba la ropa que acababa de darme, yo estaba totalmente perdida, mi cuerpo volvía a sentirse caliente, mis manos con vida propia, despojaban los restos de su ropa deslizándola por su cuerpo. No era lo mismo, definitivamente no era lo mismo leerlo, a verlo.

Todos sus tatuajes, sus músculos definidos, con esa piel morena que hacia que la V de su vientre se notara apenas se movía un poco. Huele a humo con algo de sangre, pero eso solo hace que me moje aun mas.

Bajamos hasta las cobijas que tenia enfrente de la chimenea, donde siguió besándome hasta llegar a mis pechos lamiendo mi tatuaje como si este le llamara, su mano se deslizo entre nosotros usando dos dedos para tocar mi clítoris, esto arrebato un gemido que atrapo en otro beso intenso.

Sus dedos se deslizaron hasta mi  interior, arqueando mi espalda.

—Estas tan excitada Karen, tu interior ya esta listo para mi —saco los dedos y los chupo —ese maldito hechizo encontró lo que pedía —tomo su miembro para alinearlo y entrar —abre bien las piernas.

Pensé que me desgarraría, pero aunque dolía un poco mis piernas lo rodearon incitándolo a moverse mas fuerte, reaccione al recordar su herida.

—Namjoon —jadee —en verdad, tu herida, aun sangras.

—No duele.

Se alzo sobre mi, levantando mis muslos usando mis pantorrilla como palanca, su cadera se movía empujando hasta la base.

—¡Oh mi dios!

—No hay ningún dios aquí Karen, solo mi verga dentro tuyo, aprende a gritar solo mi nombre —miro hacia abajo —¿te preocupas por mi herida? Mira como me jalas el miembro.

—Namjoon.

Soltó mis piernas y bajo hasta mi boca —Así es bonita, así es, solo estoy yo y para mi solo estas tu.

Mordí mis labios y sentí que la respiración me falto, el me observaba como una obra de arte mientras su polla me llevaba al orgasmo, cuando mi cuerpo dejo de convulsionar, salio de mi.

Pero no fue para detenerse, su miembro aun era un mastín qué brillaba con mi orgasmo en el, bebió un poco de agua, para girarme, se recostó detrás de mi, miro mi cuello con el collar aun puesto.

—¿Intentaste salir?

—Quería explorar.

Quito el collar y uso su mano en reemplazo mientras me penetraba de nuevo.

—Mala niña, ahora cambiaremos de collar.

Apretó al moverse cortándome el aire, pero no me dio miedo, volví a sentir el hormigueo en mi cuerpo, el sonido de mi propia humedad me avergonzaba además de excitarme.

Soltó su agarre y tome una bocanada de aire grande, esto hizo qué mis nervios se activarán más, endureciendo mis pezones, mordió mi hombro, distrayéndome de su manos llegando a mi clítoris, pellizco un poco.

—Mmmh —me doble hacia enfrente por lo intenso de la sensación —así, eso mmmh —su miembro se ensancho y se vacío dentro de mi.

                                  ……

Su bañera era enorme, para que ambos cupiéramos en ella, habia logrado suturar su herida que se abrió por la segunda sesión qué tuvimos en la cama, admiraba sus tatuajes en el pecho mientras le pasaba la esponja.

—No se nada de estos.

—Son círculos de protección —tomo mi mano y uso mi dedo para marcar un pectoral —mis padres al ofrecerme a los demonios por mis dones, me condenaron, las voces de estos me pedían cosas aun mas atroces, que no quería hacer —beso mi mano —mi abuela hacia estos patrones siempre, así que los convertí en mi protección.

—Entiendo.

—¿Quieres saber porque mate a mi padre?

—Diría que no, pero no puedo mentir.

—Quería que Escarlet engendrara un hijo de un demonio, dijo que no saldría tan defectuoso como yo —analizó mi reacción —para esto quería obligarme a tener sexo con ella, a lo que me negué, pero mi hermana no estaba en desacuerdo, no iba a permitir qué le llenará la cabeza con más tonterías.

—Leí qué a tu hermana la encontró Jay a las afueras de la montaña.

—¿Conveniente no? Justo cuando ella se enfureció conmigo, el príncipe la salva.

—Escarlet es tu debilidad por eso Jay la Utiliza.

—Es terrible qué mi hermana no me ame como yo lo hago, se confundió mucho.

—Tus padres debieron hacerlo, decirle que era lo correcto, por eso no se negó a meterse a tu cama.

—No quiero pensar en ello, ¿tienes hambre?

—Si.

Salimos de la bañera y me puso un abrigo suyo, el solo andaba con pantalones, no pienso objetar nada.

—¿Café o te? —iba a contestar cuando, lo vi correr hacia mi —¡Karen!

Una explosión me hizo doler los oídos, mi cabeza daba vueltas, pero estaba intacta, note el frío de fuera alrededor. La mitad de la cabaña había desaparecido.

—Trata de esconderte —dijo ayudándome a levantar —usa esto —me dio un dije.

—¿Es jay? —asintió —vámonos, no es necesario que te quedes a pelear, huyamos Nam.

—Sabes que no puedo.

Dos lobos enormes se le fueron encima y un tercero venia hacia mi, cuando alguien me cargo en brazos.

—Te tengo, ya no seras más su prisionera.

—¡suéltame! ¡Suéltame! —trate de zafarme de Jay —¡Namjoon!

Se levanto enfurecido y los lobos se evaporaron ante la fuerza de Namjoon, sentí el filo de algo en mi garganta.

—¡Ríndete Namjoon! ¡La mataré!

La frustración nubló su vista, miro el libro del hechizo en el suelo, lo tomo y partió a la mitad.

—Te encontraré de nuevo…

La luz volvió y en un instante estaba en mi habitación, mirando a una Lu aterrada qué llamaba a la policía.

—¿Karen? ¿Karen? ¿Dónde estuviste?

Solo se que me puse a llorar de manera desconsolada…