¡ Neo Culture Shots ! [editando y escribiendo]

• Mark

• shot largo.

Akira respiró hondo, tratando de calmar los nervios que, a pesar de su esfuerzo, se hacían notar en sus movimientos. Se acercó al centro de la sala y tomó la posición inicial, concentrándose en cada punto de su postura. Abby la observaba con los brazos cruzados y una mirada fija, como si buscara cualquier señal de debilidad en ella.

—Vamos, Akira, hazlo de nuevo —dijo Abby, sin apartar los ojos de la niña—. Y esta vez, no quiero ver ni un solo error.

Akira comenzó el paso otra vez, enfocada en su técnica y en la línea de sus brazos, esforzándose por ejecutar cada movimiento de forma impecable. Sin embargo, a medida que repetía la coreografía, sentía que la presión sobre ella aumentaba como una sombra inescapable.

Cada vez que sus pies tocaban el suelo, escuchaba la voz de Abby resonando en su mente: "Perfección". El peso de la expectativa se sentía como una carga sobre sus hombros, haciéndola dudar si realmente podía estar a la altura.

Cuando finalmente completó la secuencia, Abby se limitó a asentir, una aprobación mínima, pero suficiente para que Akira sintiera un ligero alivio. Aún así, su corazón seguía latiendo con fuerza, y el sudor en su frente demostraba cuánto esfuerzo le había costado.

Asia, a su lado, notó el cansancio en su hermana y decidió animarla nuevamente.

—Lo hiciste increíble, Akira. Cada vez te sale mejor —dijo Asia con una sonrisa, esperando calmar la ansiedad de su hermana.

Akira le devolvió la sonrisa, aunque forzada. Sabía que Asia intentaba ayudar, pero la presión que sentía no desaparecía tan fácilmente.

Kristie, que había estado observando la escena, se acercó a ambas con una expresión de orgullo y preocupación en su rostro.

—Chicas, sé que Abby les exige mucho, pero recuerden que esto es solo una parte del proceso. Están aquí porque tienen un talento único. No olviden disfrutarlo también, ¿sí? —dijo Kristie, en un tono que intentaba ser reconfortante, aunque en el fondo sabía que Abby no permitía "disfrutar" cuando se trataba de prepararse para una competencia.

Abby se cruzó de brazos, visiblemente impaciente.

—¿Terminaron ya con el momento familiar? —dijo, levantando una ceja—. Porque la danza no espera. Akira, Maddie, al frente. Necesito ver la sincronización en el número grupal. Y quiero que ambas entiendan algo: solo una será la estrella de esta coreografía.

Akira intercambió una mirada rápida con Maddie. Había una mezcla de respeto y rivalidad entre ambas; aunque Akira admiraba a Maddie, también sentía el peso de la competencia cada vez que la veía en el estudio.

Ambas se posicionaron en el centro de la sala, con el resto del grupo detrás. Akira podía sentir cómo todos los ojos estaban sobre ellas, y su respiración se aceleró, consciente de que este era el momento en el que debía demostrar que podía estar a la altura de Maddie Ziegler, la favorita de Abby.

Al comenzar la coreografía grupal, Akira siguió cada movimiento con precisión, intentando alinear sus pasos con los de Maddie sin perder su propio estilo. El ritmo de la música llenaba la sala, marcando el compás de cada giro y salto. Abby no apartaba la mirada, evaluando cada detalle, cada fallo, cada respiro fuera de lugar.

—Akira, eso estuvo mejor. Pero… Maddie, recuerda que la energía debe estar contenida, no explosiva. En este número, quiero elegancia, no demasiada pasión —comentó Abby con un tono crítico—. Ambas deben verse como un reflejo la una de la otra.

Kristie observaba la escena desde la esquina de la sala, incapaz de ignorar la mezcla de tensión y admiración que sentía al ver a sus hijas en ese entorno tan demandante. Sabía que el sueño de Akira de ser la mejor tenía un precio alto, pero ver la determinación en sus ojos le recordaba que quizás todo valía la pena.