CAPÍTULO 2: YO SOY TÚ Y TÚ ERES YO

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Llegó la hora de dormir y los gemelos se acostaron en sus camas, se desearon las buenas noches, Luigi cerró la lamparita de su mesita de noche y se durmieron.

L: A las cuatro de la mañana se despertó. “*Necesito ir al baño.*” Cuando terminó de hacer sus necesidades y se estaba lavando las manos, en el espejo había una figura MUY parecida a Luigi justo a su lado, lo que hizo que gritase y cayese al suelo. “¿¡Q-q-quién e-eres… t-tú!?” Preguntó al intruso tiritando y muerto de miedo.

Luc.: “Tranquilo, Luigi. No vengo a hacerte daño.”

L: “¿¡C-cómo s-sabes mi n-nombre!? ¿¡Y-y por qué te pareces tanto a m-mí!?”

Luc.: “Yo soy Luciano. Y soy tu anterior vida.”

L: Recordó las palabras de Layla cuando mencionó a Marchionne y a Luciano. “E-entonces… Era verdad.” Se levantó del suelo. “Soy una rencarnación.” El miedo se transformó en curiosidad. “¡Te ves elegante con ese traje color crema! ¡Y tus ojos color verde te quedan lindos, aunque no sé por qué los tienes verdes si los míos son azules como los de mi hermano!”

Luc.: “¿Hermano?”

L: “¿S-sí? Mi hermano mayor, Mario.”

Luc.: “Mario… Suena casi como… ¡Marchionne! ¡Él también está aquí!”

L: “¿Por qué suenas tan agresivo? ¿Es que tú no quieres a tu hermano?”

Luc.: “N-no es que no le quiera, es solo que… *¿Mi nueva vida es así de inocente? No me desagrada, pero se me hace un poco… raro.*”

Cuando Luigi gritó, Mario se despertó, pero una voz le ordenó que no se levantase.

M: “¿Quién anda ahí?” Encendió la lamparita y ahí estaba, sentada en la cama, una figura MUY parecida a él. 

March.: “Hola, Mario.”

M: “¿Quién eres?”

March.: “Yo soy Marchionne.”

M: “Tú eres mi anterior vida, ¿verdad?”

March.: “Esa brujita te informó bien. Escucha, cuando Layla nos despertó a mí y a mi hermano pudimos volver, pero solo en aspecto de fantasma. Solo podéis vernos y oírnos nosotros.”

M: “¿Entendido? ¿Y nos vais a hacer daño a mí y a mi hermano?”

March.: “No. Vosotros no tenéis que pagar las consecuencias de mis actos ni de los de Riba.”

M: “¿¡Conocías a Riba!?”

March.: “Digamos… que fue un viejo amigo de mi familia que al final me traicionó.” Las palabras de Marchionne estaban cargadas de ira y rencor al recordar como Riba lo mató al sentenciarle a la guillotina, el cómo fue manipulado para que matase a Luciano condenándolo a la hoguera y cómo descubrió que él fue el culpable de la muerte de sus padres. 

M: “Te entiendo.” Marchionne se extrañó. “Él también me utilizó.” Al contrario que Marchionne, Mario no sabía que ahora Riba pasaría el resto de la eternidad pagando por sus pecados. “No tienes por qué sentirte culpable, Marchionne. Sea lo que sea que os pasó a ti y a tu hermano no fue vuestra culpa.”

March.: “¿No sabés cómo morí? ¿O cómo murió mi hermano?”

Los gemelos Evangelisthi le contaron toda su historia a los gemelos fontaneros, aunque en el caso de Luigi, Luciano se lo contaría en un tono más suave por su inocencia.
Mario y Luigi les propusieron a Marchionne y Luciano que hiciesen las paces entre los dos, cuando…

March. Y Luc.: “¡ESPERA! ¡HAY ALGO MÁS QUE NO TE HE CONTADO!”

L: “¿El qué?”

M: “¿De qué se trata?”

Cuando Marchionne y Luciano cumplieron 30 años celebraron su cumpleaños a solas, regalándole Luciano a Marchionne unos prismáticos para observar mejor a las aves, y Marchionne le regaló a Luciano el reloj de su padre el cual estaba bañado en oro.

Bueno, el caso es que, por ser ese día su cumpleaños, bebieron de más y acabaron teniendo relaciones sexuales, aunque cuando se despertaron al día siguiente ninguno de los dos dijeron las típicas frases como “Fue un error.” o “Fue cosa del alcohol”, al contrario.

Así que al día siguiente decidieron probarlo sin consumir ni una gota de vino.

Y les gustó.


Ambos pensaban que no se acordarían específicamente de esas dos veces que ofrecieron sus cuerpos el uno al otro. Además, desde hace un tiempo, Luigi estaba comenzando a sentir unas cosquillitas cuando estaba cerca de Mario. 

L: “¿Tú también sientes lo mismo que yo por mi hermano?”

Luc.: Se sonrojó. “B-bueno, no es que esté enamorado de Marchionne. Solo es que… “Jugar” con él es más divertido que cuando “jugaba” con mi esposa.”

L: “¿Y quieres volver a jugar con Marchionne?”

Luc.: “Me da vergüenza, pero sí.”

L: “¡Pues vamos!” Se paró en seco. “Tonto de mí: no sé dónde está tu hermano.” Rio avergonzado por su despiste.

Luc.: “*Él siente lo mismo por Mario que yo por Marchionne. Tal vez Luigi me llegue a caer bien, después de todo tiene la misma inocencia que la de un niño. Y nunca pude cuidar de mi hijo. Espero que me haya perdonado cuando morí.*”

Mientras tanto con Mario y Marchionne:

M: “Vale, me parece que eres consciente de que hiciste incesto con tu hermano y que no te arrepientes de nada.”

March.: “Compréndelo, Mario. Nunca había tenido la oportunidad de experimentar lo que era hacer el amor con alguien. Y hacerlo con Luciano fue como… si tocase el cielo.”

M: “*¡Mamma mía, al menos Marchionne se lanzó con Luciano! Yo ni me he atrevido a hacerlo con Luigi por miedo a corromper su inocencia.*”

March.: “¿Por qué tan cayado? ¿Y esa cara roja?” Ya supo lo que le pasaba a Mario. “Espera… ¡A ti también te gusta tu hermano pequeño!”

M: “¡N-no estoy enamorado de Luigi!”

March.: “Pues ahí abajo no se opina igual.” Señaló la entrepierna ya erecta de Mario.

M: “¡C-cállate!”

Esto se pone interesante.

Qué creéis que va a pasar cuando Marchionne y Luciano se reencuentren?

Descubridlo en el tercer y último capítulo (Aunque con decir que tendrá lemon es más que suficiente para saber que acabará bien)

Feliz Halloween 🎃

Ahora te recuerdo (Mario x Luigi) (Marchionne x Luciano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora