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Día de muertos

Diego Laínez. Un joven de tan solo 24 años de edad preparaba el departamento donde vive para una de las fechas más importantes de México.

El día de muertos.

Básicamente en este día se le rinde un homenaje a las personas que ya no se encuentran en vida, en un altar se pone la fotografía de la persona fallecida, su comida favorita, velas, un espejo, los objetos favoritos del difunto, pan de muerto, papel picado y sobre todo la flor de cempasúchil.

- Ya casi vienes mi amor, espero que estés bien, he estado de maravilla estos días ansioso de que me vengas a visitar - se hablaba por si solo Diego que estaba sobre una escalera poniendo la decoración de la época - Ay, tantas cosas han pasado desde que te fuiste mi vida... - empezó a sollozar al recordar el día que se fue.

Un año antes

Kevin Álvarez novio de Diego, se encontraba saliendo de una tienda departamental, había comprado un anillo de compromiso para su pareja, le iría a proponer matrimonio.

Se encontraba cruzando junto a otras personas un paso peatonal, justo cuando estaba a la mitad.

Un carro atropella a todos los que estaban ahí.

Kevin fue uno de los más afectados y de los más graves debido al accidente.

Hirving el amigo de Kevin vio que estaba el accidente y el de curioso fue a ver lo que sucedía y valla sorpresa que se llevó al ver a Kevin arrollado.

Cuando llegó la ambulancia por Nahin, Lozano lo acompaño de camino al hospital junto a las pertenencias que tenía este último.

Hirving ya había llamado a Diego sobre lo que ocurrió, llegaría los más rápido posible.

Cuando llegó Kevin al hospital lo llevaron de inmediato a cuidados intensivos pues su pulso era muy bajo y no respondía a lo que los paramédicos hicieron en el lugar.

Diego llegó desesperado al lugar preguntando por Kevin, pero solo le dijeron que se esperara y tranquilizara.

Cuando llega un par de médicos preguntando por los familiares de Kevin. Hirving y Diego se levantaron de inmediato esperando buenas noticias, pero fue todo lo contrario.

Kevin había muerto debido a un trauma craneoencefálico de nivel grave, sus órganos estaban muy dañados además de fractura en la columna vertebral y piernas.

Fue muy difícil para Diego en ese momento. Sobre todo cuando vio lo que le había comprado junto con una nota escrita por el.

Fue algo de lo que nunca se separaría en su vida.

Actualmente.

- Ya está todo listo - se quedó mirando la ofrenda que había hecho, llena de flores naranjas y papel picado abundaba por el lugar, haciendo que esté se sintiera un lugar paz y tranquilidad.

El sueño le empezó a ganar solamente dejo una vela prendida en el altar, claro alejo un poco el papel y lo que se pudiera encender, por qué más vale prevenido.

Se dirigió a su habitación, inhaló y exhaló Diego, se quitó sus zapatos y procedió a acostarse.

Cerro sus ojos y se durmió.

Pero empezó a sonar...

Diego se encontraba en un lindo parque, el más hermoso que podía existir, grandes árboles una que otra jacaranda.

Que por cierto es el árbol favorito de Kevin.

Empezó a caminar por ese parque explorando cada rincón.

Pero cuando llegó al kiosco del lugar, el estaba ahí...

- KEVIN !!! - corrió Diego con mucha emoción hacia el, tanto tiempo sin verlo lo estaba haciendo llorar.

- Mi vida - Kevin lo recibió con los brazos abiertos - Te extrañe tanto Dieguito.

- Y yo más Kevin, eres tan... Hay no se que de... cir por ver...te nue...vaaa...mente - por el llanto que presentaba el más bajo se trabo al hablar con el colimense.

- Jaja ay mi Diego, se que esto de verte otra vez es muy fuerte para ti, después de lo que me pasó y por cierto te quedó muy bonita la ofrenda que me hiciste.

- ¿De verdad? Gracias Kevin lo hice con todo mi amor y esfuerzo.

- Diego ¿Te puedo pedir algo?

- Claro Kevin ¿Qué necesitas?

- Ya no sufras más vida, créeme te he visto como has sufrido desde que me he ido, cuando cada noche tu lloras, te has emborrachado y sobre todo deseando que yo estuviera contigo.

- Es que Kevin no ha sido fácil para mi.

- Y lo se mi vida, por lo que veo aun tienes el anillo de compromiso puesto, pues yo te lo hiba a decir, hay algo que te tengo que decir antes de que se acabe el tiempo.

- Claro dime Kevin ¿Qué pasa?

- Yo siempre soy una persona prevenida, en la casa dentro de la caja fuerte que tenemos los dos, esta un testamento en un folder, en ese te quedas con un pequeño departamento, un carro y suficiente dinero para que tu no sufras, por favor Diego busca ayuda no quiero que esos hermosos ojitos de dañen por tu llanto, ¿Me lo prometes dieguito?

- Te lo prometo mi vida, lo prometo - este procedió a darle un beso en la boca - te lo juro  mi vida que lo voy a cumplir.

- Esta bien Diego - Kevin abrazo a Diego lo mas fuerte que pudo hasta que hermosos pétalos de la flor de cempasúchil empezaron a rodear a la pareja.

- Kevin ¿Qué esta pasando?

- Creo ya es hora de que tu vuelvas al mundo de los mortales y yo vuelva al mío, espero volver a verte.

- Y yo igual Kevin, te amo.

Kevin solo pudo sonreir pues no le dio tiempo de responder, nuevamente cada uno estaba en el lado que les correspondía.

Diego despertó de golpe de lo que había sucedido, se levanto y fue directo al altar y vio que la mayor parte de la comida que había puesto... ya no estaba, el agua del vaso ya no estaba.

Kevin si fue a visitarlo.

- Si viniste Kevin - sonrió con alegría - espero que te halla gustado la comida que cocine para ti.

Pasaron las semanas y como se lo prometió a Kevin empezó a recibir ayuda psicológica, empezó a volver a ser una persona alegre como antes, con el dinero lo saco del banco una parte la invirtió en un restaurante el cual le empezó a ir de maravilla las ventas siempre estuvieron por los cielos.

Fue una vida Feliz para Diego. Hasta el final de la misma. Lo volvió a ver después de mucho, se abrazaron, se besaron y tomados de la mano caminaron hacia un árbol donde ya los esperaban unas personas para finalmente casarse y estar...

Juntos para siempre.

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Espero les halla gustado.

- neto