especial de Halloween 🎃

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Jon estaba en el ático de la casa que compartía con Damián, revisando viejas cajas de fotos y recuerdos familiares. Aunque siempre había sido algo sentimental, esa tarde había decidido dar un vistazo a los años de infancia que ahora le parecían tan lejanos. Al remover una pila de fotos, encontró una particularmente desgastada por el tiempo. En ella aparecían dos niños, uno con una amplia sonrisa y el otro con una expresión seria, pero con los ojos llenos de determinación. Jon sonrió al reconocer la escena.

Damián, entrando al ático con una taza de té, lo observó en silencio. "¿Qué encontraste ahora, Kent?", preguntó con ese tono semi bromeante que solo él podía manejar.

Jon levantó la foto. "El Halloween en el que Jason nos llevó a pedir dulces.

Damián rodó los ojos, pero una pequeña sonrisa se asomó en sus labios. Se acercó y se sentó junto a Jon, mirando la foto. Ambos niños de diez años, y aunque habían crecido, aún mantenían esas expresiones tan típicas de ellos. Jon estaba disfrazado de Superman, por supuesto. Incluso a esa edad, había querido ser el héroe más noble, siguiendo los pasos de su padre. Llevaba  un disfraz de dinosaurio con orgullo, aunque la versión miniatura de sí mismo parecía un poco más nerviosa de lo que recordaba.

Damián, por otro lado, llevaba un disfraz de ninja, y había añadido un par de pequeños cuchillos de utilería para darle un toque más amenazante. Siempre había sido el más rudo, incluso a esa edad.

"¿Cómo es que terminamos esa noche perdidos en el vecindario?", preguntó Jon mientras su mente volvía a esa noche.

Flashback: Noche de Halloween, años atrás

Jason había prometido llevarlos a pedir dulces, aunque claramente no estaba emocionado por la tarea. "Solo asegúrense de no meterse en problemas", les había dicho antes de ponerse los audífonos y perderse en su celular. Jon y Damián, emocionados por la aventura, se habían adelantado, confiando en que Jason los seguía.

Jon, con su disfraz de dinosaurio, corría emocionado de casa en casa, tocando las puertas y diciendo "¡Dulce o truco!" con entusiasmo, mientras Damián lo seguía con una actitud mucho más relajada. "¿En serio, Kent? ¿Tienes que ser tan entusiasta?", le decía, mientras le daba un vistazo rápido a las bolsas de dulces que llevaban. "Ya llevamos suficiente."

"¡Es Halloween!", replicaba Jon con una sonrisa. "Además, hay una casa más allá que tiene un espantapájaros gigante en el jardín. ¡Tenemos que ir!"

Justo cuando se preparaban para seguir adelante, ambos se dieron cuenta de algo: Jason ya no estaba detrás de ellos.

Jon frunció el ceño. "¿Dónde está Jason?"

Damián, con una mezcla de fastidio y confianza, suspiró. "Probablemente se distrajo con el teléfono otra vez. No lo necesitamos, podemos ir solos."

Sin dudarlo, Damián tomó la mano de Jon. Era un gesto pequeño pero significativo para un niño como él, que rara vez mostraba gestos de cercanía. "Vamos, Kent. Te protegeré de cualquier monstruo de papel maché que se cruce en nuestro camino."

Jon se sonrojó ligeramente, pero siguió a Damián. Mientras caminaban por las calles iluminadas por faroles y casas decoradas, el pequeño Damián guiaba al joven Jon con determinación. Juntos, fueron a pedir dulces de puerta en puerta, compitiendo para ver quién conseguía más. Jon, aunque un poco nervioso al principio, se relajó gracias a las bromas de Damián, que nunca parecía asustarse.

En una casa decorada con esqueletos y calabazas, Jon se sintió algo inquieto, pero Damián, con una sonrisa confiada, lo arrastró hacia la puerta. "No seas gallina, Kent. Yo tengo el disfraz más aterrador aquí."

Ambos rieron y siguieron disfrutando de la noche. Mientras tanto, Jason había entrado en pánico, corriendo por el vecindario y preguntando frenéticamente a los otros padres si habían visto a dos niños con disfraces inusuales. En su mente, imaginaba cómo Dick y Bruce lo regañarían por haber perdido a Jon y Damián. "Estoy muerto, Dick me va a matar… y luego Bruce me va a resucitar solo para matarme de nuevo."

Finalmente, encontró a los dos chicos justo cuando estaban regresando con bolsas llenas de dulces y sonrisas satisfechas. "¿Dónde estaban? ¡Los estaba buscando por todas partes!", gritó Jason, su rostro pálido por el miedo.

Damián, como siempre, fue quien respondió. "No es nuestra culpa que no puedas vigilar a dos niños. Aunque, te trajimos algo." Le lanzó un caramelo, y Jon soltó una risa suave. Jason solo suspiró, aliviado de que la pesadilla había terminado, aunque sabía que nunca volvería a distraerse en el celular de nuevo mientras los cuidaba.

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De vuelta al presente

Jon se rió mientras recordaba ese momento. "Pobre Jason, pensaba que Dick y Bruce lo iban a enterrar vivo."

Damián sonrió, esa sonrisa pequeña y reservada que Jon siempre amaba ver. "No fue tan malo. Al menos conseguimos más dulces de lo que habríamos conseguido con él."

"Y yo pensé que me iba a perder en ese momento", dijo Jon en tono de broma, aunque una parte de él sabía que había sentido un miedo real esa noche.

Damián, sin perder su toque, respondió: "Nunca te hubiera dejado, Kent. Hasta de niño sabías que podías confiar en mí." Y, aunque lo dijo en tono sarcástico, Jon sabía que era verdad.

La foto de dos niños disfrazados quedó entre ellos, un recordatorio de que, incluso desde entonces, habían sido un equipo inseparable.














Algo cortito jajajaja
Ustedes fueron a pedir dulces?
De que se disfrazaron?
Yo me disfrace de vampira jajsjajajsj.

Espero que les allá gustado mucho no se olviden de darle estrellita.

Los quiero mucho y cuídense 🫶🏻

En fin amo Halloween.

una noche inesperadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora