¡Hola! esta es mi primera vez participando en este reto, espero que les guste, no sé si me será posible hacer los 31 días pero haré lo mejor que pueda 💗
💌 Las historias serán de NCT principalmente con protagonistas JaehyunxJungwoo, por el momento...
🌸 Este capítulo está inspirado en la canción de Ha-Ash con el mismo título 🌸
Jungwoo había prendido mucho en su última relación, aprendió que el amor no siempre es mutuo, que no dura para siempre, que las personas mienten a quien dicen amar, que pueden lastimar sin ponerte un solo dedo encima, que sin importar cuánto pudiera amar a alguien para la otra persona podía no ser suficiente, que las rupturas duelen y pueden desbaratar tu vida, aprendió muchas cosas que lo hicieron alejarse por años de cualquier tipo de relación sentimental con temor a ser herido nuevamente, al menos fue así hasta que conoció a Jaehyun.
Lo conoció una tarde en su edificio, al haberse mudado recientemente no conocía a casi nadie, se dieron una pequeña mirada y antes de llegar a su piso el elevador se atasco debido a un apagón, quedaron horas atrapados ahí en las que la conversación surgió, congeniaron bastante bien, Jungwoo no recordaba la última vez que había reido tanto, cuando finalmente volvió la luz se despidieron con una sonrisa. A partir de ese momento siempre se saludaban y en ocasiones se detenían para platicar un poco sobre sus días descubriendo más y más de la vida del otro hasta que día Jaehyun se armó de valor y lo invitó a comer, Jungwoo declinó la oferta excusándose con que tenía planes, lo cierto es que no los tenía, sólo temía involucrarse más con el chico que ya aceleraba su corazón. Jaehyun no se rindió, siguió invitandolo a salir de vez en cuando pese a las excusas, no dejaría de hacerlo hasta que le diera un no rotundo, no fue hasta después de seis meses que finalmente recibió un sí, un sí que sería el principio de todo.
Comenzaron saliendo de forma casual y dejaron que las cosas fluyeran por sí solas, Jungwoo estaba aterrado de comenzar una relación, pero con el paso de los días el miedo fue menguando y cuando sus manos se juntaron de camino a casa se dijo a sí mismo que quizás podría darle una oportunidad.
Las estaciones pasaron acompañandolos en cada paso que daban, Jungwoo tardó en aceptar sus sentimientos, pero Jaehyun esperó pacientemente hasta que entre lágrimas el menor le confesó que le gustaba pero que estaba asustado por lo que Jaehyun se encargó de cerrar cada una de sus heridas.
Entonces Jungwoo aprendió que lo que sabía del amor era cierto, pero gracias a Jaehyun también aprendió que el amor correspondido podía sentirse como un rayo de sol en una fría mañana de invierno, que las caricias sobre su cuerpo de una persona que realmente lo aprecia no van a lastimarlo, que sus besos pueden sanar el corazón, que en sus brazos puede descansar, descubrió que podía amar a una persona más allá de los límites imaginables sin dejar de amarse a sí mismo y que esa persona le correspondería de la misma forma. Entendió que las relaciones son complicadas, que no siempre son color de rosa, que no siempre tienen su final feliz, pero gracias a eso también aprendió que lo que las hace funcionar es la forma en la que se manejan las situaciones desfavorables, si es que deciden quedarse aún si no se ve salida, o en el caso de los logros, si es que les alegra verte triunfar o si preferirían que no fueras mejor que ellos, fue entonces cuando comprendió que su relación anterior había sido una enseñanza, una que había dolido pero que le había hecho ser más consciente y apreciar mucho más lo que tenía ahora.
Aquella mañana despertó entre los brazos del hombre que amaba, lo observó por varios minutos hasta que el otro abrió los ojos y le regaló una sonrisa dejando a la vista el hoyuelo en su mejilla, no pudo evitar presionarlo mientras hacía un sonido de botón, Jaehyun dejo un pequeño beso sobre su frente, volvió a presionar y ahora dejo otro sobre su sien, lo hizo algunas veces más hasta que finalmente llegó a sus labios regalandole el primer beso del día acompañado de un suave saludo, después de muchos mimos se levantaron, Jaehyun prepararía el desayuno, Jungwoo sonrió mientras navegaba en su teléfono hasta que la puerta sonó, cuando la abrió no esperaba encontrarse a aquella persona, el hombre venía con un ramo de rosas y lo miraba con un extraño brillo en su mirada.
- ¿qué haces aquí?
- vine a darte esto - dijo extendiendo el ramo hacia él, Jungwoo no lo tomo
- ¿cómo supiste que vivo aquí?
- le pregunté a la secretaría de tu trabajo, le dije que tenía una entrega para ti
- deberías irte, y no vuelvas
- espera, quería pedirte perdón, sé que actué mal pero pensé que tal vez podríamos volver a intentarlo - Jungwoo realmente no podía creerlo y no pudo evitar soltar una risita, lo miró de arriba a abajo y se preguntó cómo alguna vez pudo sentir algo por él
- bastante tarde, diría yo, no quiero tus disculpas ni nada que tenga que ver contigo, simplemente ya no me interesa, ojalá te vaya bien con tu vida, pero ya sabes que cosechas lo que siembras - iba a cerrar cuando el hombre lo impidió y lo miro confundido
- creí que me amabas
- lo hice alguna vez, pero ya no, ni siquiera soy la misma persona que en ese entonces y me alegro mucho, han pasado años, sigue tu vida y déjame en paz
- pero…
- amor, ¿tus panqueques los quieres con fruta? - dijo una voz en el interior que se acercó hasta estar a la vista de los presentes, Jungwoo sonrió y beso su mejilla una vez que estuvo junto a él hasta que noto que Jaehyun miraba a la otra persona presente - ¿te trajeron flores?
- ¿Quién es él? - preguntó con enfado, Jungwoo lo miró con una sonrisa y levantó su mano izquierda dejando a la vista una sortija dorada con diseño sencillo en su dedo anular
- es hora de irte - el hombre quedó sin habla y Jungwoo simplemente cerró la puerta, ya no tenía ningún asunto pendiente con él
- ¿Qué fue eso?
- mi ex creyó que después de cinco años seguiría hundiéndome en mi miseria por su abandono
- ¿era…?
- ya no importa, vamos a desayunar, si quiero fruta en mis panqueques - Jaehyun no hizo más preguntas, ver la sonrisa en su rostro y sus hombros relajados le dijo que el hombre en la puerta ya no tenía importancia, lo abrazó por la espalda y beso su cuello haciéndolo reír mientras sus manos se unían sobre su vientre mostrando con orgullo las sortijas a juego que adornaban sus dedos.
Definitivamente había aprendido mucho de su relación anterior, pero fue con Jaehyun con quien realmente aprendió lo que significaba “amar y ser amado”.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.