Llegar a tu corazón.

IV.

¿Qué te dijo...?- ZiYuan se acercó a su esposo con un susurro inquieto.

Se asustó, vio un fantasma - respondió Jiang FengMian, con la voz teñida de tranquilidad.

¿Qué estaba consumiendo ese niño? Ver fantasmas... ahora es médium- Yu ZiYuan dejó escapar una risa sarcástica, aunque sus ojos reflejaban otra historia.

Le dije que podría ser una proyección de su mente - suspiró FengMian, frotándose la frente con cansancio.

¿Proyección?, ¿es una secuela o un indicio de su recuperación? - ZiYuan buscaba respuestas, su voz es un eco de urgencia.

Al menos tenemos un avance. El doctor dijo que la inflamación podría durar de cuatro a ocho semanas... - FengMian intentaba calmarla, a pesar de que sus palabras eran un bálsamo incierto.

¡Maldita sea!, no me digas lo que ya sé. Mejor voy a avisarle al otro cómo va todo... Ahora también la tengo que hacer de niñera- Yu ZiYuan despotricaba. Su enojo era una máscara para su preocupación.

¿A quién vas a llamar, madre? - WanYin Yin se aproxima con su hijo pequeño aferrado a su mano.

¿A quién creés? - responde Yu ZiYuan, con su voz cargada con un supuesto misterio.

¡Ah! No menciones al innombrable - murmura WanYin, con un suspiro de desdén.

Madre, padre - saluda YanLi, acunando a su hijo de tres años en sus brazos - ¿qué tan grave es?. He oído que A'xian no ha salido hoy y permanece encerrado en su habitación.

Así es, se volvió un cobarde a pesar de que su padre le explicó de que era una proyección - responde Yu ZiYuan antes de desaparecer para hacer su llamada.

Iré a hablar con él - dice YanLi subiendo la escalera.

Mejor ella que yo. ¡Espera!. A'li, no lleves a A'ling a... La habitación de Wu... Xian - demasiado tarde - suspira WanYin.

WuXian estaba sentado en su cama, con las rodillas contra su pecho, mientras le daba de comer lechugas a sus conejos directamente de su mano. Sobre la cama tenía una tarjeta con los datos de Lan WangJi, en la que iba incluido su número personal de contacto.

El eco de un golpe resonó en la puerta, capturando la atención de WuXian. No deseaba responder ni permitir la entrada a quienquiera que estuviera al otro lado. Estaba agotado de las constantes visitas de los Jiang, que irrumpían a cada momento para indagar sobre su estado o recordarle, con insistencia, que debía tomar sus medicinas, pues él solía olvidarlo.

A'xian, soy yo. ¿Puedo entrar? - La voz de YanLi, suave y maternal, flota como una melodía en el aire.

Wei WuXian exhala un suspiro profundo. Entre todos los Jiang, YanLi, quien se proclama su hermana, es la más imponente. Es una figura de dulzura y amabilidad, pero su presencia es una constante molestia.

Adelante - autorizó sin ganas. Al verla cruzar el umbral, WuXian recordó la tarjeta y, con presteza, la ocultó bajo la almohada. YanLi, perceptiva como siempre, notó el gesto, pero decidió no ahondar en el asunto.

WuXian no pudo evitar desviar la mirada y arrugar la nariz cuando vio a Jin Ling.

Supe que tuviste un episodio - dijo YanLi con amabilidad.

Están exagerando - WuXian apenas había pronunciado las primeras palabras y ya deseaba que las visitas salieran de su habitación - Estoy bien.

No es bueno encerrarse, deberías al menos salir a caminar al jardín - YanLi tomó la mano del menor y le sonrió.

No estoy encerrado por culpa de mis visiones o proyecciones, como dice el señor Jiang - el chillido de un conejo distrajo a WuXian de la conversación.