Dia 30-Myosotis

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El día treinta había llegado. Para t/n, la expectativa era tan intensa que apenas podía contener la emoción en su pecho. Cada una de las flores que había recibido en el último mes le había hablandado al corazón de una forma única, creando una conexión que nunca habría imaginado. Aquel misterioso remitente se había convertido en alguien esencial para ella, una presencia constante que había coloreado sus días.

Esa tarde, sin embargo, no había una flor esperando en la puerta ni una nota en el lugar habitual. T/n pensó que quizá su admirador había decidido terminar los mensajes en el día veintinueve. Pero entonces, al volver a casa, encontró una carta deslizada bajo la puerta, mucho más sencilla que las anteriores. Con dedos temblorosos, abrió el sobre y comenzó a leer

Te espero esta noche, junto al lago. Ven solo si estás preparada para conocer quién soy. Estaré allí, esperando.

El corazón de t/n latió con fuerza. Esa era la respuesta que había esperado durante todo el mes, la posibilidad de conocer finalmente a la persona que había llegado a significar tanto para él. Sin pensarlo dos veces, se preparó y salió en dirección al lago, con una mezcla de emoción y nerviosismo en cada paso.

Al llegar, la luna iluminaba el agua en un reflejo plateado, y el ambiente estaba impregnado de una calma serena. Frente a él, bajo las sombras de los árboles, vio que no había nadie por lo que se acercó un poco mas para esperar, sin embargo mientras se acercaba vio una sombra cerca de un árbol, decidió hacercarse encontrándose a un asabache...

-Itachi... -susurró, sorprendida

Itachi Uchiha estaba allí, observándola con una mirada tranquila, pero cargada de emoción. En sus manos, sostenía un ramo de pequeñas flores, myosotis, la flor del recuerdo.

-Hola, t/n -saludó con una voz suave, y una leve sonrisa apareció en sus labios. Él extendió el ramo de myosotis hacia t/n-. Hoy te traigo la última flor: "no me olvides". Es la flor de aquellos que desean permanecer en el corazón de la persona a la que aman-

t/n aceptó el ramo, sintiendo como su rostro se teñia de un rojo.

-Durante este mes, he querido acercarme a ti de la manera más pura posible, sin que el peso de mi nombre o mi clan te influyera -continuó Itachi, con una sinceridad que solo alguien como él podía expresar
-No sabía si algún día tendría el valor de decirte todo esto en persona, pero aquí estoy, deseando que me aceptes por quien soy, con todas mis sombras y mis luces-

T/n lo miró fijamente, sintiendo que su corazón se iba acelerado. Este era el Itachi que había conocido a través de las cartas alguien dulce, sincero y lleno de sentimientos ocultos bajo su apariencia reservada. Dio un paso adelante, acercándose más a él, y respondió

-Las flores, las notas... Me hicieron ver a una persona que no imaginaba encontrar detrás de una personalidad fría. Ahora entiendo que no importa cómo te vean los demás; lo que importa es la persona que he llegado a conocer. Y esa persona ha tocado mi corazón de una forma en que nadie más lo ha hecho-

Itachi lo miró con una expresión que mezclaba sorpresa y alivio. Con una suavidad poco común, tomó la mano de t/n entre las suyas, como si temiera que aquel momento fuera un sueño que pudiera desvanecerse.

-Entonces, ¿no me guardarás rencor por no haberte dicho mi identidad desde el principio? -preguntó, un rastro de vulnerabilidad en su voz.

-¿Rencor? -t/n sonrió, apretando suavemente su mano
- Lo único que siento es un cariño tan grande que no sé cómo expresarlo en palabras-

Itachi la miró, una expresión de ternura y determinación en sus ojos oscuros. Parecía aliviado y, al mismo tiempo, profundamente emocionado.

-Entonces, t/n -murmuró, acercándose aún más a ella
-si no tienes objeción... me gustaría que lo intentáramos. No sé qué nos deparará el futuro, ni cómo mi clan o tu familia lo recibirán, pero si estás dispuesta a caminar a mi lado, puedo prometerte que siempre te protegeré y te cuidaré-

T/n lo miró, asintiendo lentamente, sin apartar la mirada de los profundos ojos de Itachi. En ese instante, supo que su conexión iba más allá de las palabras y del tiempo; era un vínculo que ambos estaban dispuestos a defender, sin importar las dificultades que pudieran enfrentar.

-No importa lo que otros piensen o digan -respondió ella, sintiendo una paz que nunca antes había experimentado
- Si tú estás a mi lado, no necesito nada más. Y si algún día tenemos que enfrentarnos a quienes no nos comprendan... sé que juntos podemos superarlo-

Sin decir más, Itachi la rodeó con sus brazos y depósito un tierno beso en la frente..

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⏰ Última actualización: Nov 04 ⏰

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