Gordita Im // Natzu [Adaptación]

Gordita Im (7)

A la mañana siguiente de lo sucedido la primera en despertar fue Tzuyu quien se encargó de hacer el desayuno para cuando Nayeon despertara.

Después de hacer el desayuno se dio un baño rápido para después ir a despertar a Nayeon.

Llegó a su habitación donde había dejado que Nayeon durmiera y vio que estaba con su cabeza enterrada en su almohada.

Dejó la bandeja en la mesita de noche y se sentó en la orilla de su cama para despertarla, la empezó a mover un poco.

— Nayeonie — la llamó y así lo hizo hasta que vio que la omega se movió y hacía un puchero.

Nayeon hizo puño su mano y lo llevó a su ojo derecho para quitarse el sueño.

— ¿Qué pasó? — preguntó con un puchero y sus brazos rodearon el cuello de la contraria abrazándola fuerte.

— Ya es hora de desayunar aquí está tu desayuno — se separó de Nayeon y le dejó la comida en los muslos de la omega.

Nayeon sonrió y empezó a comer tranquila y compartiendo su desayuno con Tzuyu quien sonrió al ver a la omega tranquila sin preocupaciones.

El silencio se rompió cuando escuchó su celular sonar, se paró y contestó viendo a Nayeon quien esperaba a que regresara.

— ¿Bueno? — eso fue lo único que alcanzo a escuchar Nayeon puesto que Tzuyu salió del cuarto.

Tzuyu tuvo que salir de su habitación puesto que era el señor Junho quien le había pedido que no estuviera cerca de Nayeon.

— Tzuyu, solo te quería pedir que llevaras a Nayeon a la dirección que te voy a mandar — comentó tranquilo.

— ¿Pasó algo o pasó algo ayer, señor? — preguntó algo preocupada.

— Creo que ya había llegado la hora de que ponga fin a mi matrimonio — soltó un suspiro y Tzuyu se quedó quieta al escuchar esas palabras.

— ¿Ya está decidido? — preguntó ahora más preocupada.

— Ayer fue el límite, no puedo más, tenía tanta importancia lo que dijo mi esposa a Nayeon quien es su hija y la única omega, tiene que estar orgullosa de ella — empezó a explicar — Mi hija es muy inteligente, amigable, hermosa y una buena persona ¿qué más puede pedir en una hija?, no estoy diciendo que solo quiero a Nayeon, amo a mis demás hijas pero en este momento voy a poner a Nayeon primero que mi demás familia — se quedó un momento en silencio.

— Está bien señor Junho, yo llevaré a Nayeon con usted, aunque también creo que va a ser difícil para ella como para usted separarse de su familia — se quedó en silencio acordándose de todo lo que Nayeon dijo entre lágrimas — Y señor, Nay piensa que es todo su culpa de lo que pasa con su familia, más bien dicho, las discusiones.

Platicaron otros cinco minutos más de a qué hora la llevará aquella dirección, Tzuyu se quedó pensando que tanto para el señor Junho como para Nayeon iba a ser muy difícil, pero era lo mejor para la omega.

Tal vez el señor Junho estaba siendo egoísta y tomando una decisión muy apresurada pero para él lo más importante eran sus hijas y sabía que sus hijas nunca se habían puesto a pensar cómo se sentiría su hermana que aunque fuera una omega ella era fuerte, pero su lobo no tanto. El señor Junho admiraba que su hija haya aguantado tantos insultos siga adelante con una sonrisa y siendo tan dulce, sabe que su hija es muy fuerte.

Tzuyu se encontraba sentada en el suelo mientras que Nayeon se encontraba extendida en la cama mientras platicaban de cosas sin sentido.

Y a Chou tal vez, solo tal vez le gustaba un poco, solo un poco la omega. Le gustaba su sonrisa, sus cachetes, sus ojos, su nariz y le daban muchas ganas de dejar muchos besos en su lunar que tenía en la punta de su nariz.