One Piece: Yo San Imu ( Temporada 2)

Capítulo 42 : Invasión desde el Mar Azul

"¡Ataque enemigo!"

De repente, uno de los Soldados Divinos gritó furiosamente, porque había visto una docena de figuras negras saliendo de las gigantescas naves, eran claramente hostiles.

En el breve momento en que habló, el enemigo ya había llegado cerca.

"¡Detenedlos!"

Inmediatamente, ambos grupos comenzaron a luchar ferozmente. Ambos bandos mostraron al máximo su estilo de lucha.

Y tanto las Élites de Cipher Pol como los Soldados Divinos estaban orgullosos y lucharon con gran moral y determinación.

La escena de batalla, aunque impresionante, mostró un claro desequilibrio a favor de Cipher Pol debido a su superioridad numérica.

En sólo cinco minutos la Puerta del Cielo fue derribada por completo.

Imu permaneció en el aire sobre el Arca de Noé, sin mostrar interés en la feroz batalla que se desarrollaba debajo, y en cambio admiraba la majestuosidad de la Puerta del Cielo y el imponente Camino Lácteo.

Momentos después, Imu desapareció en el aire. El Arca de Noé y los cinco acorazados comenzaron a elevarse lentamente hacia el Mar Blanco-Blanco que se alzaba sobre ellos.

...

"Dios, la Puerta del Cielo fue atacada por la flota de la gente del Mar Azul hace un momento. ¡Esto es lo que grabó el oficial de vigilancia Amazon!", dijo un sacerdote, acercándose apresuradamente con un dial de visión para mostrarle las imágenes a Gan Fall y a los otros sacerdotes.

Pronto se oyeron exclamaciones en el santuario.

"¡Qué barco más grande!"

"¿Cuántas personas estarán a bordo? ¿Cientos?"

"Eso, ¿también es un barco? ¡Parece más grande que la Isla Ángel!"

Mientras los sacerdotes se maravillaban del tamaño de la nave, Gan Fall frunció el ceño al reconocer el símbolo de los Dragones Celestiales y la Cruz de Cinco Círculos.

"En realidad son los Dragones Celestiales".

No eran del todo ignorantes sobre el Mar Azul. De vez en cuando llegaban barcos piratas que traían consigo periódicos que los mantenían informados.

Después de tantos años, aunque no pueden seguir el ritmo de los tiempos, tienen cierta comprensión del Gobierno Mundial, la Armada y los Dragones Celestiales.

-¡Hmph! ¿A qué viene tanto alboroto? -gruñó un corpulento sacerdote-. ¡No importa cuánta gente tengan, no olviden que la gente del Mar Azul se volverá débil cuando vengan aquí!

Lanzando una mirada desafiante a Gan Fall, agregó: "¡Por favor, permíteme liderar a doscientos soldados divinos para atacar a esa gente del Mar Azul!"

"Calculando el tiempo, deberían estar cerca de la costa de la Isla Ángel..."

Gan Fall reflexionó por un momento antes de exhalar y levantarse lentamente, tomando una decisión.

"Son dragones celestiales, la nobleza más alta del Mar Azul. Es mejor no hacerles daño. Iré a negociar yo mismo".

Consideró que lo mejor era evitar cualquier conflicto.

Aunque ya habían atacado y tomado la Puerta del Cielo, prefirió intentar negociar primero. Podría ser solo un malentendido.

Además, lo que acaba de decir el sacerdote también es cierto. Los cuerpos de la gente del Mar Azul no pueden adaptarse al ambiente de bajo oxígeno de la Isla del Cielo. Estaba bien para las actividades normales, pero una vez que hacían ejercicio extenuante, tenían dificultad para respirar en poco tiempo.