𝓬𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 8:

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𝓬𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 8:

Nuestros corazones, unidos en un amor que floreció en el dolor, nuestro amor, una segunda oportunidad para vivir, para amar, para ser, en sus brazos, mi refugio, en su amor, mi salvación.

En sus ojos, mi hogar, en su corazón, mi paraíso, me sentí completa, como si finalmente hubiera encontrado mi lugar en el mundo.

Nuestra unión fue como un río que fluye sin cesar, llevándonos a lugares desconocidos, nuestro amor era el sol que iluminaba nuestro camino, la brisa que calmaba nuestras almas.

Juntas, exploramos los rincones más profundos de nuestros corazones, Juntas, descubrimos la verdadera esencia del amor, juntas, creamos un mundo donde solo existíamos nosotras dos.

En ese mundo, no había miedo, no había dolor, solo existía el amor, puro y verdadero y yo sabía que nunca la dejaría ir.

Nuestra unión era sagrada, un vínculo que trascendía lo material, era una conexión espiritual que nos unía en cuerpo, alma y corazón.

Y en ese momento, supe que nuestra historia estaba solo comenzando, que nuestro amor era solo el principio de una aventura que nos llevaría a lugares increíbles.

𝓶𝓲 𝒇𝓵𝓸𝓻 𝓭𝒆 𝓵𝓸𝓽𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora