IV

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Su padre intentó contarle la historia de Berta. Quería transmitirle todo lo que pasó años atrás. Héctor empezó a relatar una triste infancia.

-Verás...-empezó el padre.

Berta siempre fue una chica muy feliz y agradecida. Era hija de una distraída secretaria y de un fumador desempleado. Berta vivía con sus padres en una agradable casa. Pero un virus que había en el pueblo se llevó la vida del ganado y de algunos vecinos. El virus empeoró y su madre se contagió por una amiga vecina.

Su marido la quería mucho y la ayudaba. Berta hacía lo que podía, pero tenían miedo de contagiarse, así que su madre recibía pequeñas visitas a su cuarto por parte del padre de Berta.

Su madre seguía enferma y Berta quería ir a ver como estaba, pero le resultaba imposible. Tres semanas después de contagiarse la madre de Berta murió. 

Cuando el padre de Berta entró en la habitación para llevarle la comida solo se encontró un cuerpo inerte mirando por la ventana.

La ventana de BertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora