t a p a d e r a [wojciech × iñaki × casadó]

[traje]

Por si tienen alguna pregunta, el oufit de Marc se basa en esta imagen:

Omegas en ropa femenina es lo que me encanta 🥵

🍷🚬

—Bienvenido señores... —Marc miró por el costado de Wojciech a la beta que lo saludaba, han salido hace unos minutos para comprarle ropa para la gala de la noche. Aunque insistió en que con cualquier traje estaría bien. 
Los dos alfas se negaron rotundamente y lo trajeron a la tienda de alta costura exclusiva para omegas. Se siente un poco cohibido de solo pensar en el precio de las ropas ahí, pero sabe que no puede negarse más. Los otros dos son hasta capaz de obligarlo para aceptar. 

—Lo último en moda, lo más caro y todos los colores que disponga en el talle de nuestro omega. 

Casadó se sorprendió cuando Iñaki, quien siempre sonreía o hablaba de forma amable. Soltando las palabras de manera fría y ni siquiera los saludo, las tres mujeres asintieron y en cuestión de segundos desaparecieron. 

—¿Cómo sabrán mi talle? —pregunta, aún está escondido detrás de Szczęsny. Hasta parece un adolescente temeroso de ser visto de esa forma, el polaco se da la vuelta para confrontarlo. 

—Tenemos tus medidas, Cari. —dice con tranquilidad, Marc frunce el ceño confundido. —Cintura pequeña, nalgas grandes, los hombros más chicos, piernas no tan largas pero bien formadas. —las mejillas del menor arden en cuestión de segundos y se da la vuelta hacia Iñaki. Buscando que este lo defienda. Aunque se sobresalta cuando siente las manos de Wojciech posarse en su cintura. —Dos manos mías y ponele que tres dedos de espacio entre ambos. —murmura en su oído. Tiembla cuando ve la sonrisa de Iñaki formarse, haciéndolo sonrojar aún más. 

—Chesny... deja de molestar a Marc. —dice en tono simpático, Casadó por fin puede respirar cuando el mayor se aleja de su cuerpo. Porque... ¿Quien en su sano juicio no se daría cuenta de la polla del alfa que presiona contra su cuerpo? 

Su sistema se alborota aún más cuando Iñaki acaricia con suavidad su mejilla, se acerca a él y sobre sus labios murmura. 

—Hemos visto algunos periodistas a través de la ventana. No te pongas nervioso, cari. —Marc suelta el aire que contiene cuando escucha eso, pero no puede evitar la sorpresa cuando Iñaki deposita un suave beso en sus labios. 

¡Ese fue su primer beso! 

Quiere hacer una pataleta en ese mismo momento, pero eso sería crear barullo, él no quiere verse retratado en el primer momento que salen juntos. 

—Uhg... malo, no deberías besarlo sin mi.

Antes de que pueda reaccionar, sus labios son atrapados por los del mayor. Una succión suave que lo deja atónito. Para terminar mordiendo su labio inferior y dejarlo terriblemente rojo. 

—Que envidia... —escucha un murmullo y en ese momento quiere cavar un agujero y desaparecer de la faz de la tierra. No tiene control de su cuerpo y tiene que ser sostenido por Iñaki cuando trata de dar un paso y sus piernas le fallan. 

—¿Estás bien? —pregunta el mayor, Marc lo mira y niega levemente. 

—E-ese... era mi primer beso... —su voz se apaga lentamente en cada palabra, ambos alfas se miran entre sí sorprendidos. Estaban por decir algo cuando las tres mujeres que los recibieron, regresan con una inmensa cantidad de trajes de todo tipo y colores. 

Marc dejó la pena y camino hacia el vestidor con ellas, Wojciech e Iñaki se quedaron sentados en el sofá frente al lugar. Claro que debían ver como le quedaba la ropa a su omega. 

Marc se toma su tiempo, mirando cada una de las ropas y descartando los colores que no le gustaba. Miraba una tras otra y se hundía en sí misma cuando sin querer se fijaba en el precio. Era algo exorbitante lo que costaban esos pedazos de trapos. Porque algunos no pasaban de eso. 

Se detiene en un traje marrón, es un color que le gusta bastante pero el diseño es algo ridículo, no le gustan los bordados. 
Pasa al siguiente y se concentra en un traje de única pieza. 
La tela es suave y le llama bastante la atención la abertura enfrente. Siendo cerrada en su totalidad en la parte de atrás. 

—¿Puedo probarme esto? —pregunta por primera vez. 

—Si, joven. 

Camina hacia el interior, se quita toda su ropa. Dejando solamente su bóxer puesto. La mujer es reemplazada por los dos alfas, quienes se quedan esperando a que el omega salga. Habían descubierto cuál fue la prenda que eligió el omega, entonces ya tenían los accesorios que irían bien con el mismo. 

—¿Me ayudas? Creo que me he enredado un poco. —dice el menor. Es Iñaki quien corre las cortinas para poder entrar. Toma con gentileza los bordes y Casadó guía sus brazos a través de la camisa. 

—No estás enredado, la prenda es así. —murmura Iñaki. El sobre salto del menor es inmediato. El alfa se ríe con ganas y toma el pliegue que ha errado de lugar el omega, toma la otra mano y lo guía hacia dentro del mismo. Poco a poco todo va quedando en su lugar. 

—Aquí están los accesorios completos. —Wojciech entra en la repisa, Casadó los mira a través del espejo. Szczęsny toma su mano y coloca el brazalete dorado sobre su muñeca, Iñaki hace lo mismo con la opuesta. 

No puede replicar absolutamente nada, se queda pasmado de una forma que no comprende, porque no se siente incómodo con el toque, es Wojciech quien nuevamente procede a colocarle el cinturón, recuerda lo que dijo no hace mucho. Y siente sus mejillas arder cuando las manos se quedan quietas alrededor de su cintura. 

—Te ves deslumbrante, cari. —Szczęsny halaga. Lo mira a través del espejo, Iñaki se aproxima y sus manos son más atrevidas. El espacio abierto del traje es vía libre para que sus dedos rocen la piel de su abdomen. 

—Vas a ser el más sexy de la noche, ni esas ridículas modelos lucirán tan perfectas como tú. —su corazón se acelera y no puede evitar jadear cuando el contacto se vuelve tosco. De cierta forma le encanta la presión que ejerce Wojciech sobre su cintura y como la mano de Iñaki acaricia su vientre. 

La expresión placentera en el rostro del más joven se queda plasmado en la mente de ambos alfas. Que se ven obligados a detener sus fechorías cuando escuchan la voz de la dependienta. 

Casadó baja la mirada apenado, sus orejas rojas por la vergüenza. Así que no duda en escaparse de ellos apenas y le dan la oportunidad. 

No entendía que estaban haciendo, ni siquiera había cámaras en esa zona. 

Continuará...

Baia baia, quien fuera Casadó.

Pato 🍷