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Agosto 2024 | Capítulo dos "Una noche en Madrid"
Jude
— ¿Seguro que quieres ir? — preguntó Jane nuevamente — no te has sentido bien.
— Fue solo un dolor de cabeza Jane, tranquila — revolví su cabello y seguí viendo mi celular.
— Idiota — me empujó haciéndome reír — ¿Esa es Leah? — me quito el celular de la mano — ¿Por qué la sigues? ¿La conoces? Seguro que sí, si juega para el equipo femenino.
— No la conozco y Vini la siguió desde mi instagram — le aclaré — ¿Tu por que la conoces?
— ¿Are you dumb? Es mi modelo a seguir, quiero jugar como ella — dijo con sus ojos brillosos — aparte es muy guapa.
— Pues por lo que dijo Eduardo ella vendrá a la fiesta, si quieres te llevo conmigo — propuse sin esperar mucho.
— ¿En serio? Por favor Judeee te lavo la ropa una semana — suplico con un puchero y sus manos juntas.
— No seas tonta te llevo para que la conozcas, solo hay que convencer a mamá — eso la desilusionó — yo lo hago.
Una hora después me arrepentí de mi decisión, estábamos llegando tarde por su culpa. Jane era alguien bastante especial cuando se trataba de arreglarse, se tomaba su tiempo para lucir linda aunque ya lo era, si es mi hermana.
— Jane Mary Bellingham si no bajas ahora me voy sin ti — grité desde las gradas irritado.
— No seas imbécil Jude, ya voy — dijo mientras bajaba poniéndose el tacón izquierdo — Ya, vamos — sonrió dándome una palmadita en el hombro.
— Regresamos pronto mamá — nos despedimos de ella y partimos a dicha fiesta.
Había visto unas cuantas veces a Liz la hermana de Brahim pero no teníamos mucha relación, agradecía su invitación de igual manera.
— ¿Irá Arda? — volvió a hablar mientras escogía la música.
— Sí, ¿Por qué? — pregunté cauteloso.
— Porque es el más cercano a mi edad y mi único amigo ahí — se encogió los hombros.
No volvimos a hablar durante todo el camino hasta llegar a la casa de los hermanos Díaz, Jane tomó mi brazo y nos adentramos a la casa, el primero en recibirnos fue el mismo Brahim quien nos acompañó hasta la cocina para tomar algo.
— ¡Arda! — mi hermana corrió hacia él turco dejándome de lado.
— Algún día esos dos terminarán juntos — Brahim me rodeó por los hombros.
— Sobre mí cadáver — respondí serio, a lo que él río y nos sentamos con los demás.
— ¿Por qué esa cara Jude? — Rodrygo fue el primero en hablarme.
