Era una especie de historia de miedo, algo que se les contaba a los nuevos y jóvenes aprendices mandalorianos para asustarlos y que las tradiciones milenarias continuaran. Se decía que hace siglos un mercenario de corazón noble desafió a todos, hasta lograr regresar a las viejas ruinas de Mandalore para recuperarlo de nuevo. Se dice que todo salió mal, hubo una emboscada y el hombre resultó capturado por su peor enemigo. El último deseo del condenado fue ver a su hijo con sus propios ojos, quitándose el casco sagrado para luego ser decapitado por su sable oscuro.
Se dice que el dolor del niño fue tan grande, que usó sus habilidades sobrenaturales para traerlo de vuelta, pero se pagó un alto precio, el hombre quedó atascado para siempre en el lugar, vagando por el páramo para recuperar su cabeza y redimirse en las aguas vivas, llevando consigo a cualquier alma que se encontrara por el camino.
Tú estabas a punto de jurar el credo y te pareció divertido pasar la noche de brujas explorando el lugar maldito con tus amigos, todo fueron risas y diversión hasta que al final quedaste sola frente al estanque, recogiendo tus cosas, incluido una antigua hombrera con un símbolo extraño que encontraste, lo primero fue unas pisadas aparatosas que atribuiste a sonidos normales de la naturaleza. Una sombra se proyectó delante de tí, una voz profunda y difusa rebotó en las paredes de piedra maciza.
"¿𝑫ó𝒏𝒅𝒆 𝒗𝒂𝒔 𝒕𝒂𝒏 𝒅𝒆𝒑𝒓𝒊𝒔𝒂, 𝒄𝒚𝒂𝒓'𝒊𝒌𝒂?"
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Pedro Pascal Imaginas...Y otras cosas.
RandomAquí incluiremos ideas a modo de mini-historias sobre los personajes de nuestro Pedrito. -Actualizaciones semanales 😀