𝟎𝟓 𝑳𝒂 𝒕𝒓𝒆𝒕𝒂

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En la casa de los Fox Ruby ya se encontraba en pie, estaba decidida a ir en busca de ese hombre para poder realizar su plan, uno que a la vez podría tener un giro inesperado si las cosas no salían bajo su precisión pero que a la vez la hacía sentir poderosa, lo cuál le daba el valor suficiente para intentarlo, después de todo

¿Que podía perder?

Absolutamente nada, ella era una mujer refinada, demasiado cautelosa y calculadora, así que de una u otra forma conseguiría su objetivo, ella estaba segura que esto sería perfecto. Se levantó muy rápido y a diferencia de días anteriores, optó por un maquillaje más atrevido de lo que estaba acostumbrada, una sombra café oscura mezclada con negro cerca de la linea de sus pestañas, un delineado sutil en su marca de agua, resaltando esos ojos azules profundos, reflejando un destello de misterio y pasión, que siempre estaban atentos, como si pudiera ver más allá de las palabras y de las intenciones de quienes la rodean. Eso era lo que exactamente le sucedió con Jack. Su vestido es largo de un color verde esmeralda, el corpiño está ajustado, realzando la figura de reloj de arena que tiene mientras que la línea del escote es baja y sutilmente redondeada, dejando los hombros descubiertos en una elegante insinuación, se veía radiante

Bajo las escaleras no sin antes percatarse de si sus hermanas estaban despiertas y para su ventaja, así fue, ellas aún estaban recostadas, la única en pie que alcanzó a visualizar en la parte principal de su hogar fue a su madre, sentada mientras leía un libro con una taza de café en mano, la cuál al verla queda algo sorprendida.- Cariño.- Dijo fuerte al verla acercarse hasta ella.- ¿Que haces despierta a estás horas? Todavía es temprano..- Su madre llevo su mirada hacía su ropa y rostro.- Te ves hermosa querida ¿A qué se debe esto? ¿Debes salir?.- Preguntó ella viéndola atenta mientras que Ruby se acercó de inmediato a dejar un suave beso sobre su mejilla.- No te preocupes madre, necesito ir al pueblo un momento..- Dijo con una sonrisa que hace a su madre dudar

-¿Al pueblo?.- Preguntó curiosa, Ruby era consciente de que era extraño que ella fuera en estas pintas hacia allá así que simplemente pensó rápido.- Quisiera que confeccionaran un vestido nuevo para mi por la fiesta que hará mi padre.- Respondio en una sonrisa.- Necesito ver telas y la forma del vestido madre..- Soltó fingiendo algo de dulzura a lo que su madre cayó de inmediato.- Entiendo querida, no te preocupes, estoy segura que encontrarás algo hermoso.- Dijo su madre en una sonrisa.- Desde pequeña tienes un gusto exquisito..- Le dedicó una sonrisa amable que ella le devuelve.- ¿No esperarás a tu hermana?.- Soltó la madre haciendo que abra sus ojos, ella se refería a Belle, por lo que rápidamente se movió un poco dedicándole una leve sonrisa y dijo.- No será necesario está vez madre, volveré de inmediato, solo necesito ver eso y regresaré a casa.- Ella sonrió mientras se acercaba a la puerta principal

-Comprendo cariño, ve con cuidado por favor..- Su madre hablo fuerte mientras la veía de reojo sin soltar el libro de sus manos.- Siempre lo tengo madre, no te preocupes.- Ruby hablo en un tono que ella logrará oír para ver como su madre solamente asiente con su cabeza, quedando así por fin libre de alguna manera

Esto sería divertido..

Salió de su hogar para ver así afuera de la puerta el carruaje esperando su salida, el hombre le dedico una leve sonrisa.- Buenos días Lady Ruby.- Soltó la voz grave del chófer hacia ella.- ¿A dónde tendré el gusto de llevarla hoy?

-Al pueblo por favor, necesito llegar lo más rápido posible.- Ella le sonrió de una manera que hizo al hombre de cierta manera sonreír un poco nervioso, Ruby era una mujer tan cautivadora, era la definición perfecta de sofisticación, encanto y coquetería la cuál no era llamativa ni exagerada, más bien precisa, lo cuál hacia que cada movimiento que ella realizará fuera completamente planeado, tal cuál como en un juego de ajedrez.- Con gustó..- El hombre volvió a sonreír mientras con su mano abria la puerta del carruaje, Ruby sube de manera lenta para luego cuándo por fin está dentro, el hombre cierra con delicadeza la puerta y vuelve a mirarla con una sonrisa por última vez, estaba lista mentalmente para lo que tenía en mente, solo ansiaba ver de una vez por todas a ese hombre otra vez

𝐒𝐭𝐨𝐥𝐞𝐧 𝐡𝐞𝐚𝐫𝐭 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora