No era ningún secreto para los que trabajan en el hospital sobre la linda pareja de la quimio, y muchas veces recibían sonrisas tiernas al verlos juntos, con sus gorros que combinaban, tomados de las manos, y siempre hablando y riendo de forma tierna.
Comenzaron a verlos como un pack, como algo que venía junto, dos que no podían separarse, que llegaban juntos al hospital y se iban juntos. Por eso, cuando a Jes lo citaron para darle los avances de su tratamiento, fueron los dos juntos.
-La quimioterapia fue un éxito, se redujeron las células cancerígenas a un cuarto de lo que eran, y ya es operable y más que seguro.
Jes sonrió y claro que estaba feliz, pero al lado de Bible parecía apagado, porque el chico lo sacudió en su lugar, chilló y gritó, hasta que el mayor lo abrazó contra su pecho con fuerza para que no molestara hasta que pidió respirar.
-Haremos una cirugía lo más pronto posible para quitar lo que queda enfermo, así puede considerarse curado lo más pronto posible-dijo el doctor-. Hasta entonces seguirá en tratamiento de quimioterapia por si acaso.
Jes asintió, tomando con firmeza la mano de Bible, tenía una sonrisa apretada de la emoción y estaba algo ruborizado. Al salir de la consulta, Bible no resistió a tomar su rostro y unir sus labios, besándolo con emoción.
Jes se apartó de golpe de él.
-Bible, no puedes hacer eso-Jes en verdad estaba más asustado que él al respecto.
-Mi Jes se lo merece-dijo Bible, sonriendo como un niño, mientras volvía a abrazarlo.
El mayor no pudo evitar sonreír para él, acariciando su cabeza sobre su gorro amarillo, dejó un beso sobre la lana.
-Y tanto te quejaste que no lo lograrías y todo lo insoportable que te pusiste, idiota-dijo Bible.
-Oh, ya te pusiste romántico-bromeó el mayor.
-Eres un idiota de primera-Bible rió, abrazándolo un poco más fuerte mientras frotaba su nariz en el pecho del otro-. Y mira ahora, esa campana es toda tuya, y te voy a decir "Te lo dije" cuando la hagas sonar.
-¿Es lo que más quieres decir, no?
-En lo que es el futuro cercano, sí.
-¿Y en un futuro lejano?-preguntó Jes, alzando una ceja.
-"Sí, quiero"-respondió Bible sin dudarlo. El otro tardó en entenderlo, y puso una expresión de sorpresa que fue muy graciosa para Bible, quien no pudo evitar reír hasta que le doliera el estómago.
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