CAP 02

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¿Realmente valía estar vivo?

Definitivamente no; si una hormiga era aplastada, nadie la recordaba, si Jungkook moría, sería igual de insignificante, o así pensaba él.

Pero a veces también le tenía miedo a la muerte porque no sabía que había más allá de la vida, ¿solo se desvanecería si muriera?

Por eso nunca atentó contra su vida, pero hay veces que le daban tantas ganas de no existir, ¿qué le costó a su madre abortarlo? Así hubiera sido ella mucho más feliz, todo estaría mejor.

Hay días en los que se sentía capaz de todo, pero solían durar poco, apenas iba en su segundo año de universidad, aunque no le iba tan mal, lo que lo rodeaba hacía que realmente sufriera de alguna manera.

Jungkook aún vivía con su padre, todavía era alguien mantenido económicamente, la universidad no era barata, ni mucho menos su carrera, farmacéutica. La única carrera a la que pudo entrar después de tantas postulaciones.

—El tráfico-

—No me interesan sus disculpas, solo retírese de la puerta, ya no tiene nada que hacer aquí.

Jungkook miró a la docente para luego cerrar la puerta, como siempre, esa era la única clase a la que casi siempre llegaba tarde por lo temprano que empezaba, se estaba arrepintiendo de elegir ese curso a altas horas de la mañana, pero sabía que la presión de tener el horario ajustado tenía algo que ver con su decisión.

Miró la puerta de madera, suspiró y agachó la cabeza, si seguía de esa manera reprobaría y no quería llevar nuevamente ese curso, retrocedió pocos pasos aún con la cabeza gacha mientras hacía puño con sus manos incrustado sus uñas en la piel.

—Ten más cuidado —sonó una voz detrás suyo.

Apenas dándose cuenta, Jungkook se dio media vuelta para comprobar que algunas cosas realmente se habían caído al suelo, dos cuadernos, un lapicero y un libro desparramados. Y cuando subió la mirada al dueño de las cosas, atrapó el aire en sus pulmones.

«Hermoso», pensó al ver el rostro del chico con el que había chocado.

—¿Me mirarás solamente o me ayudarás a levantar lo que tumbaste? —preguntó con una expresión neutra.

—Claro —murmuró agachándose para recoger las cosas.

Jungkook fue quien se agachó, el otro chico solo lo miró como se arrastraba por el suelo para juntar sus cosas.

—Aquí tienes —se levantó y le extendió las cosas a la otra persona.

El desconocido tomó las cosas y se dio media vuelta para avanzar, sin embargo, Jungkook no era una persona tímida y no lo iba a dejar ir al menos sin antes presentarse.

—Soy Jungkook —habló fuerte—. ¿Y tú eres?

El chico a pesar de haber escuchado, no se detuvo, siquiera miró hacia atrás.

Jungkook se quedó un poco avergonzado al no ser correspondido de la misma manera, miró como el chico se alejaba y empezaba a bajar por las escaleras.

Le pareció muy guapo y hermoso, no era un secreto su homosexualidad, pero nunca estuvo con nadie, solo le gustaba admirar a los hombres y hasta era suficiente ser su amigo.

Jungkook no creyó volver a verlo, pero una sonrisa se presentó en su rostro al ver dos estudiantes en medio de un círculo de personas después de algunas horas.

—Es tu culpa, por tu culpa —se pasó su mano por su cabello, peinándose con brusquedad.

El otro estudiante, quien tenía los ojos de Jungkook pegados en él, no dijo nada, manteniendo un gesto serio hasta que un bostezo le ganó.

—¿Acaso me estás escuchando, idiota? —se lanzó sobre el otro, agarrándolo del cuello de la camisa.

—¿Terminaste de lloriquear? —miró el ceño fruncido de su compañero—. Simplemente no te entiendo.

El chico que tenía los ojos llorosos, dejó de sujetar la tela del cuello de la camisa ajena.

—Nunca me dijiste que me amabas —susurró, dejando caer una gota salada de su ojo izquierdo.

El contrario frunció el ceño, harto de la escena.

—Será mejor que dejes de chillar en frente de todos, no me gusta que hagas estos espectáculos —susurró solo para el otro, si hubiera sabido que ese chico era de esa manera, nunca habría aceptado ser su novio.

—¡Bastardo! —le otorgó una cachetada haciendo voltear el rostro ajeno, y todos hicieron un sonido de sorpresa.

Aún con el rostro volteado, el estudiante que recibió la cachetada movió sus orbes para mirar a la persona que lo golpeó. Este último tuvo un escalofrío por todo el cuerpo al ver los ojos ajenos más oscuros de lo normal, tal vez porque tenía las pupilas dilatadas por el enojo.

Antes que todo fuese más escandaloso, un guardia de seguridad de la misma universidad intervino para luego llevarse a ambos estudiantes.

Por otro lado, Jungkook se quedó pasmado después de ver la escena, teniendo en cuenta que el chico guapo tenía novio y uno muy escandaloso. ¿Cómo estaría el rostro de ese chico guapo después de ese golpe?

Agitó su cabeza y decidió seguir su camino para olvidarse de lo sucedido en lo que no tenía asunto alguno, más tarde tuvo que acompañar a uno de sus compañeros hacia la facultad de medicina para dejar unos papeles a un doctor a pedido de su docente.

—Es él —dijo su compañero mirando a un señor sacando un libro de su casillero.

—Ve, yo iré al baño, solo prometí acompañarte hasta encontrar al doctor.

—Vale, gracias, Jeon.

Jungkook se retiró, buscó el baño de estudiantes y por suerte en un pasillo desolado encontró uno, pero al querer entrar escuchó un fuerte sollozo.

—Lo siento, lo siento —frotó sus manos sin parar la persona que estaba llorando.

Dándole una ojeada desde afuera, un poco escondido, Jungkook divisó que el chico que pedía perdón de rodillas era el mismo de esa mañana, entonces...

—Deja de verte miserable —habló neutro—. Vete de mi vista.

Era el chico guapo.

—Volvamos, me equivoqué, es mi culpa que esté mal emocionalmente, no es tu culpa, es mía. Por favor, no me dejes, sino me mataré, sin ti no puedo vivir.

Jungkook tragó duro, su piel se electrizó al ver la sonrisa burlona del chico guapo, lo hacía ver tan sexy.

—Entonces hazme ese favor y muérete —murmuró, un segundo después alzó la mirada hacia la entrada-salida del baño.

Paralizado, sin saber que hacer, Jungkook conectó su mirada con la ajena, esos ojos claros lo miraron sin pestañear, hasta que Jungkook retrocedió y escapó.

—Mierda —balbuceó Jungkook, caminando a toda prisa con las mejillas teñidas de rosa después de la mirada intensa de aquel chico al que consideraba hermoso.

Cuando llegó a casa, sus fosas nasales se inundaron de un delicioso aroma, su padre había cocinado.

—Siéntate, ya está la cena —le dijo su padre al verlo llegar.

Después de lavarse las manos, ambos se sentaron alrededor de la mesa, mirándose frente a frente.

—¿Cómo te fue en la universidad? —preguntó el mayor.

—Bien.

—Aún no has sacado la basura, te dije que-

—Salí con prisa —tomó un sorbo de café—. Lo sacaré luego.

—Sabes que no me gusta que seas impuntual e irresponsable, no llegues tarde a tus clases y si hubieras salido más temprano, ya la basura no estaría.

Jungkook solo escuchó, se quedó callado el resto de la cena, oyendo una por una las quejas de su padre que parecía disco rayado al repetirle lo mismo cada vez que se veían, es decir, diariamente. 

Personalidad oscura / VKookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora