Saturday

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Esa mañana del primer día del fin de semana, Jade se despierta la primera, como siempre. Cuando abre el primer ojo, nota un enorme brazo que le rodea la cintura. Desnuda, aclaremos. Es entonces cuando se gira con muchísimo cuidado y se encuentra frente a fente con Harry, quien aún continúa durmiendo. Sonríe al verlo dormir y sobre todo al recordar la noche anterior.

- ¿Y si me come con la mirada qué? ¿Te molesta?- Jade le provoca. Ahora, si le provoca, que se prepare para la respuesta.
- ¡Sí, mucho!- Y Harry la agarra del brazo y la pega a él. A Jade le recorre un escalofrío de arriba abajo. Y Harry le dice en un susurro al tiempo que le acaricia la cara.- Me molesta muchísimo.- Y esa distancia -mínima- que había entre ellos desaparece porque Harry besa a Jade.

Jade le sigue el beso sin dudarlo. Había estado deseando ese momento desde el día anterior. Harry la agarra con una mano de la cintura mientras que con la otra la acaricia el pelo y la espalda, y Jade hace lo propio con su pelo corto.

Es entonces cuando Harry comienza a tantear por la parte de debajo de la camiseta de ella y Jade responde deshaciéndose de la camiseta de Harry. Cuando ambos están sin la parte de arriba, Harry se deja caer con Jade pegada a su cuerpo sobre la cama.

La carcajada de Jade se oye a tres kilómetros en la redonda. Es que al caer se ha golpeado con Harry y sólo le sale reírse. Porque está feliz, para qué negarlo. Harry ríe con ella y aprovecha para robarle un beso. Y ese beso se convierte en un millón más, a los que le acompañan las caricias que ambos se dedican, las miradas que intercambian, los suspiros que dejan escapar.

Harry agarra por la cintura a Jade y en un ligero movimiento la deja debajo de sí mismo, y se detiene a observarla. Ella le mira sonriente, con aquellos ojos de un marrón profundo que le vuelven loco brillando a más no poder. Harry no hace más que sonreírla y comienza a besarle el cuello.

Es inexplicable todas las sensaciones que le invaden cuando nota que ella se estremece ante su contacto. Aunque no se puede negar que ella experimenta la misma sensación con solo una caricia de su parte. Y en esa noche del viernes al sábado está recibiendo bastantes.

Harry comienza a bajar, besando todas las partes del cuerpo de Jade. No hay parte que se deje en el camino y que no le encante. Entonces llega a los botones de los shorts que ella lleva puestos, los cuales no tarda mucho en desabrochar y hacer que desaparezcan.

Jade tira de él hacia arriba de nuevo, porque tiene demasiadas ganas de entrar en contacto con sus labios de nuevo. Y mientras se besan, aprovecha para tirar hacia abajo de los pantalones de él, quedando los dos cubiertos sólo por su respectiva ropa interior.

Entonces Jade imita el movimiento de Harry de hace diez minutos, y hace que giren, quedando esa vez ella encima de él. Es su momento, y aprovecha para regalarle besos allá por donde puede y quiere.

Poco tiempo después cualquier tipo de prenda que había entre ellos ha desaparecido y Harry de nuevo toma el control posicionándose encima de Jade.Y es entonces cuando ya no se contienen más y se hacen uno.

Cuando acaban, exhaustos, Jade se deja caer al lado de Harry que la agarra fuerte por la cintura. Y así, entre algún que otro beso que se roban, terminan quedándose dormidos. Sin duda, el final del viernes y comienzo del sábado ha sido muy bueno.

Volviendo a la mañana del sábado, Jade aún continúa sin moverse apenas observando a Harry. No sabe si tiene ganas de que este despierte, o de que no. Más que nada porque teme el momento en el que toque afrontar lo que ha pasado entre ellos. ¿Y si para él ha sido sólo cosa de una noche? Vale, él ayer le dijo que ya no estaba más para eso, pero la duda siempre estaba ahí. Por su boca deja soltar un suspiro, de manera que el aire choca directamente con la cara de Harry haciendo que este comience a desperezarse.

En una semana | Jarry | {Adaptación}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora