Dice una leyenda que todos estamos destinados a encontrarnos con nuestra alma gemela, conectados por un hilo rojo que puede estirarse o enredarse, pero nunca romperse.
Fue como si me desconectara de mi cuerpo. Todo se nublaba a mi alrededor y de repente había luz, seguida de un hilo color rojo conectado a mí meñique, mi cuerpo se llenaba de frío y veía alrededor de mi un sinfín de estrellas, como si estuviera en el espacio, pasando a través de lo que parecía un tubo lleno de luz y el hilo guiándome, llevándome hacia algún lugar.
Y de repente caí.
No supe lo que estaba pasando o qué estaba ocurriendo exactamente, de la nada me encontraba en la sala de mi departamento, mi mente estaba confundida, me sentía mareado con ganas de vomitar, corrí rápidamente al baño para evitar hacer un desastre en la sala, el cansancio y agotamiento mental era demasiado fuerte y dificultaba más mi caminar, llevé mis manos a mi boca para evitar soltar todo antes de llegar al baño y de alguna manera lo logré.
Sentía como si mi cuerpo fuera a estallar y la sensación de mareo seguía siendo demasiado, vomité todo lo que pude, de alguna forma eso alivió un poco mi dolor, lave mis manos y me frote un poco de agua en la cara, para intentar despejar un poco mi mente y esperando que el agua fría calmara el mareo que tenía, me levante y frente a mi estaba mi reflejo, aquello que veía era mi cara pálida y demacrada, se notaba que realmente llevaba demasiados días sin dormir a causa de trasnochar programando tanto tiempo, sin embargo, algo más llamó mi atención que mi horrible rostro pálido y demacrado.
Eran mis ojos, mi iris era de color carmesí y a su alrededor un brillo blanco se lograba notar con facilidad. Me quedé en shock por un momento, ese color de ojos no era el mío, mis ojos son de un tono café oscuro intenso, pero por algún motivo tenía los ojos de ese color. Alcé mi mano para tocar mi reflejo y rápidamente sentí como si mi cuerpo se cortara desde adentro, era un dolor indescriptible, abracé mi cuerpo como pude intentando calmar mi dolor, alcé de nuevo la mirada y ese iris carmesí se intensificó más, de pronto todo se iluminó de nuevo, pero ahora era más claro que antes, frente a mi estaba ese hilo rojo conectado a mi meñique izquierdo, de alguna forma estaba conectado a lo que parecía ser una especie de portal blanco y simplemente fui tragado por ahí.
Frente a mis ojos pasaban un sinfín de momentos de mi vida, todos y cada uno de ellos era tan intenso, como si lo estuviera viviendo de nuevo, tomando las mismas decisiones desastrosas que siempre he hecho.
Tal vez estaba muriendo, probablemente esto es a lo que se refieren cuando uno está al borde de la muerte, ver pasar su vida a través de sus ojos, quizá estaba muriendo, el cuerpo sentía que me explotaba hace un momento, pero de la nada comenzó a ser más ligero de lo normal, un destello blanco nublo mi vista por un momento y un sonido como un chillido hizo que no pudiera escuchar nada.
Cuando mi vista logró componerse y mis oídos dejaban de zumbar por aquel ruido, pude notar que me encontraba tirado en mi habitación frente de mi computadora.
- ¿Qué había sido eso?
Todo parecía normal, ya no me dolía el cuerpo ni me sentía mareado, toda sensación de malestar se curó de la nada. Corrí rápidamente al baño para ver de nuevo mi reflejo y... todo era normal, el color de ojos que siempre he tenido, un rostro pálido y delgado, solo un ligero agotamiento físico, pero solo eso, no había nada más.
Lunes 3 de octubre del 2203, Nova "Saltó" por primera vez.
Sin saberlo, ese día todo comenzaría a cambiar.
Canción recomendada: Awhyle - So into you
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Lazos del Destino
RomanceEn el año 2203, la Ciudad de México es un gigante de acero y neón que se derrumba bajo su propio peso. Nova, un programador de IA, sobrevive en las sombras de esta urbe decadente, donde la tecnología parece haber suplantado la esencia humana. Pero u...