Capítulo 3
El lunes por la mañana, Lydia llegó temprano a la firma, vestida con un elegante vestido blanco que moldeaba su cuerpo y resaltaba su belleza. Su cabello castaño caía en suaves ondas, y su presencia irradiaba profesionalismo.
—Buenos días, María— saludó Lydia con una sonrisa.
María, la secretaria de la firma, la recibió con una cálida sonrisa y la guió a su nueva oficina.
—Buen día, señorita Lydia.
—Siento muchas emociones en tan solo unos minutos, ¿sabe?— confesó Lydia mientras caminaban.
María, una mujer que no pasaba de los cuarenta y cinco años, le sonrió con comprensión.
—Eso es porque usted ha sido muy buena, y la vida le está dando todo lo que merece.
—En eso tiene razón— susurró Lydia, sintiéndose feliz de que todo lo que había deseado se estuviera cumpliendo desde que se mudó a Inglaterra.
Todo le había salido bien, y esperaba que la suerte siguiera de su lado.
—¿Ya llegaron los demás abogados?— preguntó Lydia.
—Sí, ya están todos aquí— respondió María mientras la guiaba por el pasillo— Ellos siempre llegan temprano, pero la licenciada Zoe es la que siempre llega primero.
Lydia detuvo sus pasos al ver que María también se había detenido. La secretaria abrió la puerta de vidrio y sonrió al ver el nombre de Lydia en la entrada de la oficina.
—Bienvenida, licenciada Lydia— dijo María entrando a la oficina— Espero que se sienta cómoda aquí.
—Es mucho más de lo que puedo pedir, me encanta esta oficina.
—Me alegra que le guste, licenciada. Si necesita algo, no dude en decírmelo.
—Gracias, María, lo tendré en cuenta.
María salió de la oficina, dejando a Lydia sola. Lydia se sentía emocionada por empezar, aunque los nervios volvían a aparecer.
Sin esperar más, Lydia comenzó a instalarse. Poco después, Maya llegó a su oficina con una sonrisa. Entró en la oficina de su amiga y ahora colega en Torres-Morgan & Asociados, feliz por el nuevo comienzo de Lydia.
—¿Cómo estás?— preguntó Maya.
—Ansiosa— respondió Lydia sentándose en su silla.
—Es normal.
—Normal sería dejar de tener nervios. Tengo los mismos nervios que cuando hice mi examen final para graduarme —dijo Lydia.
Maya soltó una risa.
—Tranquila, así fue mi primera vez cuando llegué aquí para postularme, y mira... hoy trabajo con los mejores abogados.
Lydia asintió con una sonrisa nerviosa mientras Maya le contaba más cosas sobre el bufete y los abogados. Lydia escuchaba atentamente todo lo que la rubia le contaba.
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Pasión Legal - (EN PROCESO)
Short StoryZoe Torres, una atractiva abogada de familia y socia de un prestigioso bufete, ha encontrado la paz tras un tormentoso divorcio. Sin embargo, su mundo se tambalea cuando conoce inesperadamente a Lydia Vega, una hermosa abogada que ha decidido mudars...