So american - Juantin

3. batido de chocolate

Ya llevo una semana en el nuevo instituto y me he adaptado mucho mejor de lo que pensaba, la verdad. Además, me he podido fijar en varias cosas.

La primera de todas es que todo el mundo es muy amable y majo aquí. Además, cada día me siento más a gusto con mi nuevo grupo de amigos. Vas por los pasillos y te sueltan alagos sin que les conozcas, en clase hablan contigo sin importar quien seas y sin que se formen pequeños grupitos a los que sea imposible acceder.

Bueno, eso ignorando a un grupo en concreto. El grupo de los "populares", a los que no se te puede ni pasar por cabeza hablar porque te van a ignorar estratégicamente.

Luego están las clases, las cuales son mucho más fáciles que en España, y con diferencia. Además, ahí he conocido a Paul. Es un chico muy majo y con el cual he encontrado bastantes cosas en común. Incluso en algún descanso se ha venido conmigo y mi grupo de amigos. El también ha sido nuevo este curso, pero porque se ha mudado de ciudad y aquí no conoce a nadie.

Cambiando de tema, está Juanjo. Sigue igual. Está como... Raro. Me explico, cuando habla con cualquiera de nuestros amigos no le pasa nada, habla como si nada y con su carisma y alegría que le caracteriza. En clase, está todo el día riendo y hablando con sus amigos, tanto, que incluso a veces el profesor le manda callar. Pero luego yo intento entablar cualquier tipo de conversación con él y parece que le ha tragado la lengua el gato. No me dirige la palabra y si me mira es todo un milagro.

Pero no entiendo porque, no entiendo que le pasa conmigo. Tampoco soy tan feo, ¿no?

De todos modos he intentado que, por mucho que me le fondo me fastidie, intentar que una persona así, que no merece la pena, no me fastidie está experiencia.

Ahora mismo estoy yendo junto a Chiara a una extraescolar de interpretación que se da aquí después de las clases. Me he apuntado más que nada porque el año pasado iba a clases de interpretación todas las semanas, y aunque ya no pueda ir, no me gustaría perder esa costumbre. Al final esto es lo que me gusta y a lo que me quiero dedicar en un futuro. y así también hago algo por las tardes que no sea quedarme en mi habitación.

-Te va a encantar, Martin. Yo estuve el año pasado y la obra de final de curso fue espectacular.- me dice Chiara una vez estamos entrando a la gran sala donde se realizará la acitividad.

Me freno en seco para apreciar el lugar una vez entramos. Esto si que es como en las películas. Al fondo hay un gran escenario decorado con grandes focos que iluminan la estancia y telas y decoración repartida. Justo enfrente hay una primera gran fila de butacas donde varias personas se encuentran sentadas, la cual está seguida de otras tantas. No sé cuantas habrá, pero son un montón. Tan solo con imaginarme que, a lo mejor y si me dan un papel, deberé actuar aquí, se me ponen los pelos de punta.

Ambos avanzamos entre las filas de butacas rojas, en las cuales se encuentran sentados algunos compañeros nuestros, a los cuales Chiara va saludando uno a uno.

-¡Chiara, Martin!- nos saluda Violeta desde la cuarta fila, junto a Denna. Me sorprende gratamente saber qué están aquí.

-¡Hi!- las saluda Chiara con un abrazo, al igual que yo.

-Ni sabíamos que venías.

-Yo siempre, ya lo sabéis. Y a Martin ha sido facilísimo convencerlo. .

-Me alegro muchísimo de que vengas- me dice Denna, dándome un apretón en el brazo.- La profesora es un amor de persona.

No nos da tiempo a decir nada más, pues en minutos la clase comienza. La imparte una profesora del instituto llamada April, que tal y como han dicho mis amigas, es súper amable y me transmite unas muy buenas vibras. Hoy tampoco es que hayamos hecho demasiado, ha sido más que nada presentación, pero ya estoy más que seguro de que me van a encantar las clases. Ya echaba de menos este tipo de cosas.