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El sol brillaba intensamente sobre el patio de la escuela aquella tarde de primavera. Los árboles que rodeaban el lugar susurraban con la brisa, y el murmullo de los estudiantes llenaba el aire mientras se movían entre clases. Malia caminaba con pasos medidos, observando todo a su alrededor. El patio era amplio, con bancos de madera donde algunos estudiantes charlaban animadamente. Las flores del jardín central comenzaban a florecer, llenando el entorno de colores vivos y un aroma dulce y fresco.
Malia, una chica de cabello rizado y ojos oscuros, miraba de reojo a los grupos de estudiantes, tratando de encontrar a alguien en particular. Su corazón latía más rápido de lo habitual, como cada vez que pensaba en Kylie.
Kylie era un año mayor, con una sonrisa capaz de iluminarle el día a cualquiera y un carisma que atraía miradas sin esfuerzo. Malia la admiraba en silencio, sin saber cómo romper la barrera invisible que las separaba y soñando con que, algún día, Kylie se fijara en ella.
Desde el primer día de clases en la secundaria, cuando Kylie pasó frente a ella, Malia quedó flechada. Ya había imaginado mil maneras de hablarle, incluso había pensado en algo tan cliché como chocar accidentalmente con ella y tirar sus libros, para así tener la excusa de decirle algo. Pero en su mente, ese plan sonaba ridículo. No; ella necesitaba algo más auténtico, una manera que realmente captara la atención de Kylie.
Este era el último año de Kylie en la escuela, y pronto se iría a la universidad. Malia sabía que, si no hacía algo pronto, perdería la oportunidad para siempre.
Mientras caminaba por el patio, una pequeña urgencia la hizo dirigirse rápidamente hacia el edificio principal. Sus zapatos resonaban en el pasillo casi vacío. Entró al baño de chicas y se dirigió a uno de los cubículos, cerrando la puerta y disfrutando del momento de soledad.
De repente, la puerta del baño se abrió con un chirrido, y entraron varias chicas riendo. Malia contuvo la respiración al reconocer la voz de Kylie. "¡No puede ser!", pensó, sintiendo su corazón saltar. Kylie estaba justo ahí, charlando con sus amigas.
—¿Cuál es tu golosina favorita, Kylie? —preguntó una de sus amigas.
—Los malvaviscos, definitivamente —respondió Kylie con entusiasmo—. Me encantan. Aunque sé que algunos dicen que no son realmente una golosina, para mí lo son.
Las chicas comenzaron a discutir sobre los malvaviscos, riendo y bromeando, mientras Malia escuchaba cada palabra desde el otro lado de la puerta. Finalmente, las voces se desvanecieron al salir, y Malia dejó escapar un suave suspiro de alivio. Pero no solo eso; algo se había encendido en su mente.
Al salir del cubículo, Malia se miró en el espejo, una sonrisa tímida asomando en sus labios. "¿Y si le dejo una bolsa de malvaviscos en su casillero? Podría ser un buen comienzo", pensó, sintiendo una chispa de esperanza.
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Malvaviscos | Kylia (Fanfic)
RomanceMalia gusta de Kylie desde hace mucho tiempo, le parece una chica muy interesante y bonita, pero es un año mayor que ella. Cuando descubre que a Kylie le encantan los malvaviscos, se le ocurre una idea que podria cambiar su suerte con ella. Por otr...