── ⋆⋅013⋅⋆ ──

8 1 7
                                    

Cinco meses

Lunes, 2 de agosto.

Yoongi estaba sentado en su cubículo, había terminado la pasantía y había quedado como empleado, estaba feliz.

El estaba en el área de informática, algo que siempre le había gustado. Sus compañeros desde que dejó de ser pasante, lo empezaron a tratar como igual, por lo visto, era una tradición hacerles la vida imposible a los pasantes porque ahora todos eran decentes con él, bueno, seguía siendo el 'señor manchita' para su jefe, pero ya se había acostumbrado.

Ahora estaba en paz con su jefe, hasta lo llegaba a considerar buena gente, siempre le preguntaba por cómo estaba Taehyung. Además, a veces venía Nayeon a traerle el almuerzo a su marido, y a él también le daba algo, "ya somos familia, Yoongi." le había dicho. Bendito Taehyung.

Además, con el señor Jeon estaban en medio de una apuesta.

"–no señor manchita, Jungkook va a intentar algo con Taehyung antes de que nazcan las pulgas.

–señor Jeon, insisto, su hijo es medio torpe, va a esperar hasta que las pulgas nazcan.

–te apuesto mil a que sí.

El señor Jeon confiaba en su hijo, se notaba que el hermano de Yoongi lo traía muy mal.

–perfecto, esos mil van a ser míos.

Ambos se estrecharon la mano y luego siguieron en sus labores."

Ahora Yoongi estaba terminando de armar unas planillas cuando Jaehyun salió de su oficina casi desesperado, pasando la vista por todos los empleados hasta encontrar la cabellera negra que buscaba.

–¡Yoongi!– habló el señor Jeon cuando estuvo al lado del mencionado.

–¿jefe? ¿qué hace acá? tiene una reunión muy importante en dos minutos.

Jaehyun se tenía que reunir con Oh Sehun para cerrar un trato que iba a beneficiar a ambas empresas, pero dicho trato no se iba a cerrar con el señor Jeon todo agitado al lado del escritorio de Yoongi.

–¡lo sé! me acaba de llamar Jimin, mi hijo, ¿lo recuerdas? el rubio con pecas.

Oh, como olvidarlo. Pensó Yoongi.

Evitó decir algo y se concentró en no rodar los ojos al pensar en ese chico, que le puso de apodo enano enojón. Así que solo asintió.

–me acaba de llamar, Soobin de lastimó en la casa y por lo histérico que sonaba es algo importante.

Oh, no, no siga. Yoongi volvió a pensar a sus adentros.

–no te pediría esto si no fuera grave, pero debo entrar ya a esa reunión y mi mujer no me contesta. Toma las llaves de mi auto, ya sabes donde estaciono, ve a mi casa y lleva a urgencias a mi nieto, por favor.

Con un demonio. Pensó esta vez.

Agarró las llaves de su jefe y salió corriendo hacia el estacionamiento, el señor Jeon trató de recomponerse mientras iba hacia la reunión, totalmente angustiado por su hijo y su nieto. Lo llamó para avisar que la ayuda ya estaba en camino.

Yoongi mientras tanto, llegaba al auto y se subía, partiendo hacia la casa de su jefe. Estaba un poco nervioso, ese chiquillo era encantador, y no quería verlo mal.

Hablaba de Soobin, claro.

Por suerte la casa de los Jeon estaba relativamente cerca, era un trayecto de quince minutos que Yoongi logró hacer en ocho. En lo profundo, estaba riéndose de su jefe por la multa que le iba a llegar por alta velocidad, su parte mala era más fuerte que él.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Oh! Great | KooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora