Introducción

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Escrito por: youandvariousseries

Desde que el ser humano evolucionó, acompañado de las emociones y aprendiendo a convivir en sociedad, reforzando los vínculos, las enfermedades mentales se fueron acrecentando y es un hecho que no podemos seguir ignorando, dejando de lado como si no fuese relevante evitar ahogarse con el veneno que nos inyectan los sentimientos. Nos implantan la idea, de que llorar o padecer una afección, nos hace débiles, que exageramos y solo somos un par de cristales rotos que no aguantan ni una tormenta, como si nos clavasen por vía intravenosa, un chip que explota, cuando tenemos pensamientos nocivos. Hay tantos prejuicios, que da miedo pedir ayuda y no debería ser así, el que se suicida no intenta llamar la atención, solo quería liberarse de toda la carga que le obstruía la vida; el que va al psicólogo o asiste a terapia, no está mal de la cabeza, encuentra en desconocidos, el exilio de sus penurias y el entierro de su orgullo, para poder florecer y ser maduro, busca encontrar la respuesta a todos sus problemas; dejemos atrás al qué dirán, refugiémonos en la mejor píldora de todas: la literatura. No permitas que te denigren por tener depresión, ansiedad, anorexia... o lo que sea, ellos no viven en tu cabeza, si a ti te afecta, deja de ser una broma, si a ti te molesta, es válido, si a ti te duele... no eres un exagerado, eres humano, si necesitas que te socorren, grita fuerte, no esperes a quedarte sin aliento, eres importante, si te vas, muchos llorarán tu partida, aunque que cueste, sigue remando y si estás a punto de dejarlo... relee este poemario.

Un abrazo.

                                     Un abrazo

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La ambivalencia de los cuerpos celestes | PoesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora